Fede Vico lanza un pase en el partido ante el Valladolid. .:: FERMÍN RODRÍGUEZ
Granada CF

El gol fluye con el 4-2-3-1 y se minimizan los errores atrás

El equipo demostró que tiene la cabeza en el campeonato con Soldado aprovechando todo lo que le llega y un Carlos Neva que destaca cuando se incorpora al ataque

CÉSAR GUISADO

MARBELLA

Domingo, 4 de agosto 2019, 00:17

Los posos del envite vallisoletano dejan a un Granada reforzado en lo anímico porque a menos de dos semanas del estreno en La Liga, no sólo ha demostrado saber competir sino que además lo hizo con ante estos con victoria. Se rompió ese récord inútil ... de la imbatibilidad, pero quién quiere llegar a la primera jornada sin sufrir. En realidad, Óscar Plano fue el único que probó a Rui durante los noventa minutos y lo hizo en tres ocasiones.

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Se quejaron los de Pucela de la intensidad rojiblanca, pero es que este Granada está ya prácticamente con la cabeza en el campeonato liguero y los vallisoletanos apenas acaban de volver de norteamérica después de una gira de calado promocional que los enfrentó al San José Earthquakes y al Cardiff con sendos empates a uno para ya en casa medirse al Racing de Santander (1-0) por lo que fue este partido marbellí el de mayor nivel de los que ha disputado hasta la fecha.

Martínez volvió al 4-2-3-1 y ganó la partida de pizarras a González. Soldado aprovecha casi todo lo que llega a las botas. Puertas también se ha estrenado como goleador. Las dianas fluyen y las ideas están claras en una defensa en la que sigue preocupando la ausencia de lateral izquierdo puro. Carlos Neva está cumpliendo con muy buena nota, sin errores de bulto. Descuidó en una ocasión su marca, ganándole Plano la espalda aunque sin consecuencias. Pero el del filial ha sido capaz de absorber la idea de juego de forma impecable y es sus capacidades para sumarse al ataque refuerzan su valor.

Para la segunda mitad Martínez probó el plan 'B' con Machís y Azeez reconvirtiendo en interiores las posiciones de Vico y Vadillo. Al nigeriano se le descubre más entonado que en el curso pasado y el de Tucupita es un rodillo. Fue el único que propuso fútbol en un partido que se había olvidado del balón para deslucirse en una tángana que por cierto está olvidada. «Son cosas del fútbol», salía ayer de los corrillos.

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