Fran Árbol, el guardián que cobijará al Granada

Árbol es, sin duda, el gran desconocido para los aficionados. Se trata de un guardameta que transmite una seguridad impropia de su experiencia y que tiene un importante arraigo en el club. Uno de sus entrenadores en el Juvenil, Rafael Pérez 'Padilla', profundiza para IDEAL en su figura. «Fran es un portero actual, que sabe ser parte del juego y da superioridad desde atrás», define a bote pronto quien lo entrenase hace poco. Si algo destaca Padilla del portero es su juego de pies. «Es zurdo y tiene precisión en el envío, una gran capacidad para asociarse y una inteligencia para encontrar al hombre libre», apunta. También cuenta algo inusual: «Tuvo una pequeña lesión de tendinitis en los codos y lo pusimos de jugador de campo. Daba el nivel para jugar en un juvenil de División de Honor».

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Por supuesto, no olvida que lo primero que ha de hacer un portero es evitar los goles del contrario. En eso, Árbol también brilla. «Su capacidad para parar bajo palos es sorprendente. Da puntos. Hace paradas determinantes sin necesidad de haber estado interviniendo mucho en el partido», asevera sobre su grado de concentración en los partidos. En el testimonio de Pérez, resuena cada poco la palabra currante. «Es muy trabajador, tiene la cabeza muy bien amueblada y se centra en sus estudios», añade.

En lo que sí hace hincapié su extécnico es en la necesidad de no ponerle sobre los hombros más presión de la necesaria, recordando que es un jugador en formación. «No queríamos darle tanta responsabilidad recién salido del cadete. Entrenó con nosotros pero dejamos que se hiciera en Liga Nacional. Luego vimos que tenía las cualidades para jugar en División de Honor y a partir de enero compitió», detalla.

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Lo mismo debería pasar ahora. Dar pequeños saltos. Ilusionantes, como estar en la pretemporada con el primer equipo, pero progresando de manera natural. «Desde el club se le cuida mucho, respetando su progresión. Ahora debe ser pieza clave del Juvenil A y entrar en el día a día del filial», asume Padilla, al que también se le preguntan sus puntos flacos. «Los entrenadores de porteros, como Rafa Avilés y Sergio Herrera, creen que su margen de mejora está en lo técnico y en lo físico. Que dé ese último estirón para tener un cuerpo que pueda jugar en la élite», desliza sobre Árbol, aún en crecimiento.

Lo que está claro es que en la Ciudad Deportiva empiezan a ver los brotes verdes de una semilla tremendamente ilusionante, de la que puede germinar un portero de época. «Estamos ante una perla. Su futuro es prometedor. Va a llegar a la élite, pero lo importante es el cómo. Habrá que tenerle paciencia y no generar expectativas tan grandes que no pueda alcanzarlas. Que sus objetivos sean lo suficientemente grandes para ilusionarse y tan pequeños como para que los logre», señala sobre Fran Árbol, el toque renovador y fresco en la primera semana de la pretemporada. Un chico que persigue, como Ángel Jiménez, el sueño de que un granadino defienda la portería de Los Cármenes.