Fran Escribá se habitúa a señalar en sala de prensa a algunos jugadores

Parece evidente que su rajada sobre Martin Hongla –muy comentada por su sarcasmo sobre que lo repitiera con Camerún–, no se ciñó al hecho en sí del pase envenenado a Mariño, que permitió el gol del Cádiz, sino que puede existir mar de fondo o quizás estuviera algo desquiciado.

Hongla es un futbolista peculiar, que ya amagó con irse en verano hasta que le hicieron una mejora salarial y que también lo sopesó en invierno hasta que le arreglaron otro asunto contractual. Cuando está centrado, es un pivote total, pero despistado es un peligro, capaz de 'jaimitadas' como la del Mirandilla. Ya tuvo una así en su día en Ferrol que no costó gol de milagro.

Desde enero, con aquellos días de rumores y molestias extrañas, apareció con gol frente al Sporting y poco más. Ahora se perderá el duelo con el Oviedo y probablemente el de Tenerife al ir con su selección sin mucho tiempo para el retorno.

Escribá ya fue durísimo cuando se posicionó en el asunto de Uzuni porque confirmó la rebeldía del albanés, que le llevó a no entrenar con el grupo. En aquel momento, gran parte del entorno legitimó al entrenador al entender que la medida del goleador no estaba justificada. Más llamativo fue, recientemente, cuando preguntado por Siren Diao dejó claro su disgusto con él. «No se come el campo» y «hay que venir a los entrenamientos a algo más que a divertirse» fueron algunas de sus frases más sonadas. También recibió un toque Oscar, no tanto por su comportamiento en las sesiones, sino por no querer bajar con el filial en las semanas en las que no apuntó a jugar con los 'mayores', que son casi todas.

De momento, no ha habido más críticas individualizadas. No cargó con tanta dureza contra Ricard o Villar tras su expulsiones, aunque subraya lo ocurrido, y defendió a Reinier cuando se le inquirió por su papel. Puede que los señalados sean casos aislados. La cuestión es si esta fórmula les hará mejorar o les sumirá en la desgana. Hongla, que sí es titular, no asoma como una persona que tolere bien estas consideraciones. Se verá a su vuelta.