Germán Sánchez, al límite

Con esto en la cabeza tendrá que actuar Germán, aunque también será consciente de que la situación se atenúa porque en el desplazamiento a Palma sí estarán Domingos Duarte y Víctor Díaz, además de Quini, que precisamente cumplen castigo esta semana. Estarán en la isla salvo que sufran algún tipo de percance físico en los próximos días. Germán está obligado a aportar su saber estar a la zaga frente al conjunto celeste este domingo 1 de mayo para intentar que el Granada tenga una posición favorable ante los bermellones el sábado 7. Ya está habituado a enfrentarse a batallas colosales en los últimos años.

Es probable que la partitura de Karanka, el actual entrenador, le venga mejor. El preparador vasco parece apostar por un Granada más compacto y esto puede beneficiar al gaditano. Sin exposiciones excesivas, con un radio de acción más controlado, Germán ha hecho carrera en este club al que llegó sin hacer ruido, en Segunda división, y a una edad bastante considerable para un jugador, 30 años, pero en el que se ha consolidado como uno de sus referentes. Ante la ausencia de Víctor Díaz, portará el brazalete de capitán y será el que salude al temido Iago Aspas antes de arrancar el encuentro.

Germán, que cumplió 35 en diciembre, depende de la permanencia del Granada en Primera para poder dar por consumada su continuidad una temporada más según las cláusulas de su contrato. Es el motivo por el que, a diferencia de con Víctor Díaz y Jorge Molina, el club no ha hecho anuncio oficial alguno al respecto. El central ha cubierto los condicionantes de participación sobre el terreno de juego, requisito fundamental, pero le falta consumar el objetivo colectivo. Bajo esa tesitura también estaba Ángel Montoro, aunque el valenciano ya no tiene tiempo de cubrir el expediente sobre el verde, así que se expone a una última negociación para seguir o quedará liberado de ataduras en junio y podrá fichar por otra entidad. De momento, Montoro no quiere vencerse por el pesimismo.

Con su ampliación, Germán llegaría a su sexta temporada como rojiblanco, broche a una carrera de explosión tardía. Como le pasó a Jorge Molina, llegó a la máxima categoría ya mayor, con 29 el delantero, con 32 el defensa. Molina debutó en Segunda con 25, en el Poli Ejido. Germán, con 28, incorporado por el Tenerife procedente del Olot.

Dos campañas como chicharrero le abrieron las puertas del Granada tras su descenso a la división de plata. No fue la primera opción del entonces director deportivo, Manolo Salvador, que primero se fijó en un compañero suyo, Carlos Ruiz. El bastetano acababa de renovar por el Tenerife y el club exigió una compensación alta en caso de salida. La de Germán implicó un coste menor, asumible para la economía rojiblanca.

Empezó como titular con José Luis Oltra, pero una lesión en un dedo del pie le dejó fuera varios meses. El Granada fichó libre a Chico Flores y el técnico trató de consolidar la pareja que formaba con Saunier. Germán, una vez recuperado, fue el relevo habitual, pero sin la etiqueta de titular que sí adquirió el curso siguiente, ya con Diego Martínez.

Germán se hizo con el sitio desde entonces, con escasos altibajos. Formó un dúo sólido en Segunda con José Antonio Martínez. Ya en Primera fundó una la sociedad con Domingos Duarte. A partir del mercado invernal de 2020, Jesús Vallejo entró también en la ecuación. Los tres repartieron minutos en las grandes citas y, sobre todo, en el curso europeo.

En el actual ejercicio, parecía que Duarte y él seguirían fijando el centro de la zaga, pero la lesión del portugués alteró los planes. Abram no se consolidó y salió en enero, pero sí emergió el canterano Torrente hasta su lesión de rodilla. Tras meses de altibajos, Germán y Duarte volvieron a hacerse asiduos, pero con Torrecilla la configuración incluyó a un tercer central. Con Karanka ha vuelto la línea de cuatro, pero en el Wanda, sin el gaditano, fueron el luso y Víctor Díaz quienes protegieron a Maximiano. Ahora le toca a Germán, con su compañero por decidir aún, quizás Pepe o tal vez otro canterano, Barcia, si el de Linares se encuadra en el lateral. El hipotético reencuentro con Domingos sería en Mallorca siempre que el gaditano no vea una amarilla con el Celta.