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Todos los entrenamientos del Granada están abiertos para los medios de comunicación en sus primeros quince minutos. Los periodistas acreditados bajan una vez que los jugadores ya se encuentran sobre el césped, tras la celebración del habitual corro en el que el entrenador suele tomar ... la palabra. La distancia es la suficiente para que la charla sea inaudible. Después, arranca el calentamiento, que es lo único que se contempla en estas sesiones para los desplazados. Lo táctico ya es a puerta cerrada. En ese tiempo, no hay muchas más novedades que comprobar la disponibilidad. Sin embargo, hubo una escena el lunes que llamó la atención, y que no se ocultó.
Gonzalo Villar no participó, de inicio, en los ejercicios preliminares que dirige el preparador físico. Se quedó hablando en un aparte con Fran Escribá y David Generelo, su segundo. Lo que charlaron no ha trascendido, pero hay un dato: el murciano lleva dos partidos como suplente tras de la derrota en el Ciutat de Valencia. El Granada venció después a Sporting de Gijón y Eldense con el tándem formado por Sergio Ruiz y Martin Hongla. Villar salió en la segunda parte en ambas citas.
La gestión de cargas con el cántabro le han mantenido fuera del grupo de trabajo en la semana. Este jueves, intentó integrarse, pero luego se puso a hacer readaptación con Pablo Insua, ambos seria duda.
Por si acaso, sería normal que el técnico valenciano busque un paso adelante por parte de Villar, que quedó muy señalado en aquella visita al Levante. Con 1-1, perdió un balón en el centro del campo y luego no supo frenar el avance del menudo Carlos Álvarez aunque fuera con una falta. La acción acabó en gol, que dejó tocados a los nazaríes, quienes luego encajaron una tercera diana.
Villar no es un pivote que destaque por su capacidad de recuperación sino por su criterio, esa habilidad especial para salir airoso de situaciones de presión. Sin embargo, para sostenerse en la sala de máquinas también necesita ser fuerte en los duelos. Si Sergio Ruiz no está apto, está llamado a volver a la alineación. Al otro mediocentro, Manu Trigueros, se le ve escaso de físico, relegado a minutos finales.
Escribá ha subido al primer equipo a Juanma Lendínez. El capitán del Recreativo Granada viene de un encuentro para olvidar con el filial, en el que falló un penalti, pero es muy valorado.
Juanma se estrenó con los 'mayores' en Liga ante el Eldense. Ha tenido convocatorias, pero ya no volvió a contar con una oportunidad hasta la visita a Eibar, en el tiempo añadido. Centrocampista posicional, no tiene un corte físico, pero sí se maneja bien con la pelota y guarda bien la posición.
Por ahora, es la quinta opción en la medular. Tiene 21 años y hay puestas esperanzas en que el jienense sea un jugador con futuro. El mercado invernal pasó y su demarcación no se reforzó. Se abre una ventana para él.
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