
La gran derrota de Karanka
La otra mirada ·
La vergonzante derrota en Oviedo fue suficiente abono para apostar por un cambio en el banquilloJusto Ruiz
Granada
Sábado, 12 de noviembre 2022, 23:52
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La otra mirada ·
La vergonzante derrota en Oviedo fue suficiente abono para apostar por un cambio en el banquilloJusto Ruiz
Granada
Sábado, 12 de noviembre 2022, 23:52
Aitor Karanka ya es historia en el Granada. Su mala gestión de los partidos y los pésimos resultados han provocado su salida del banquillo rojiblanco. ... La quiebra del conjunto se estaba agrandando conforme pasaban las jornadas y al club no le ha quedado más remedio que cavar la tumba del preparador vasco ante el descontento, con motivos, de la afición. El equipo ya llevaba varios partidos con el rumbo perdido, pero actuaron con esa discreción y prudencia en cuyo fondo subyace la ignorancia de quienes desconocen este mundo voluble y voraz y las evidentes señales que emite el fiasco deportivo.
La caída de Karanka supone a bote pronto el fracaso de un técnico. También arrastra, sin embargo, la fiabilidad de los máximos responsables a la hora de confeccionar la actual plantilla. Fuera Aitor, no se ha muerto la rabia. El Granada necesitaba un relevo, y no cualquiera. El elegido, Paco López, ha de derrochar conocimientos, pero también personalidad y liderazgo para un club y un equipo al que no le sobran estas virtudes.
La vergonzante derrota en Oviedo fue suficiente abono para apostar por un cambio en el banquillo. El cuadro granadino fue incapaz de ganar a un rival que jugó casi una hora en inferioridad numérica. El técnico y sus jugadores no encontraron una solución para sacar adelante un partido que le abrió la puerta de la victoria de par en par. Miren que la pasada temporada hubo partidos para sentir vergüenza, pero lo vivido el estadio Carlos Tartiere puede superar a casi todos. O a todos. El granadinismo tiene motivos de sobra para indignarse, para sentir bochorno. El conjunto rojiblanco pasó del horror al sonrojo y salió de tierras asturianas con un varapalo que retrata a un equipo, a un sistema de juego de verbena.
La ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano, no cuando se construyen castillos ficticios en el aire. Bien estaría no olvidarlo después de varias jornadas horribles que han servido para poner los pies sobre la tierra y dejar de volar con la imaginación por mundos ahora mismo imposibles, novelescos y falaces. Las dos primeras plazas cada día parecen más lejanas, no solo en distancia sino en sensaciones, pero este Granada, con esta plantilla tal cual, debería estar entre los aspirantes a jugar la promoción de ascenso a Primera. El plantel rojiblanco ha de dejarse de cuentos de hadas, de príncipes y princesas y de fantasear.
El Granada está obligado a ordenar sus prioridades para retornar al buen camino. Primero gatear, luego andar, después correr y al final esprintar. Nunca en orden contrario. El equipo tiene que despertar de un sueño imaginario, bajar al piso firme y ser plenamente consciente de que la principal tarea que tiene que resolver de manera inmediata es corregir su juego insoportable y la terrible falta de pegada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.