El Granada afronta los últimos dos días del mercado invernal con tarea pendiente

Los rojiblancos pueden dejar vacante otro número más, el 22, en cuanto se concrete el préstamo de Pablo Sáenz, presumiblemente al Albacete. A partir de ahí, la dirección podrá emplear los recursos económicos disponibles en los últimos retoques de su plantilla.

Hay dos nombres que han sobrevolado en los últimos días. José Arnaiz es uno de ellos, pero su llegada está muy difícil porque Osasuna no parece favorable a dejarle ir salvo que fiche una alternativa. Por Arnaiz exige, según una fuente del mercado, un traspaso de 500.000 euros más variables. Menos quimérico parece el aterrizaje del joven Souleymane Faye, del Betis B, aunque en este periodo de incertidumbre habrá que ver cómo evoluciona este deseo o si irrumpen opciones tapadas.

El Granada no quiere sorpresas inoportunas en esta recta final. Las aguas volvieron a su cauce con Martin Hongla y en las oficinas no consta ninguna tentativa real por otros jugadores cotizados, como Lucas Boyé, pese a ciertas especulaciones. De momento, tampoco se ha movido algo concreto por Kamil Józwiak, deseado por un club de su país, el Jagiellonia, pero está por si para ya o en el horizonte del verano, cuando acabe contrato.

Queda claro que, un año más, muchos de los movimientos en Segunda división acontecerán en estas últimas horas. El Sporting de Gijón, por ejemplo, ha resuelto uno de los culebrones con la adquisición de Nico Serrano, quien fue pretendido por el Granada. El Athletic lo cede finalmente al conjunto asturiano, que cayó en Los Cármenes el domingo pasado. No ha habido novedades con Pejiño, con el que nadie ha querido asumir hasta ahora la opción de compra obligatoria que pretende la UD Las Palmas.