Domingos Duarte dirime una disputa frente a Kevin Gameiro en el partido contra el Valencia. EFE
Mercado

El Granada se cierra en banda ante las ofertas por sus futbolistas más cotizados

El club refuerza su posición negociadora y, de momento, exigiría las cláusulas de rescisión tanto de Rui Silva como de Domingos Duarte

Martes, 7 de julio 2020, 01:15

El Granada quiere reforzar su posición negociadora en el futuro mercado de fichajes. La directiva no está dispuesta a dar facilidades para la salida de algunos de sus futbolistas más cotizados. Dos sobresalen por encima del resto. Son los portugueses Rui Silva y Domingos Duarte. ... El portero tiene suculentas ofertas, siendo la más 'ruidosa' la del Real Betis. El central posee un inmejorable cartel en Inglaterra. En ambos casos, la cúpula de mando rojiblanca se ciñe a sus cláusulas de rescisión. La del cancerbero es de 15 millones de euros. La del defensa, de 30.

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El club nazarí sabe que la próxima ventana de contrataciones establecerá su sino a futuro. Si se muestra dócil ante las tentativas de otros equipos, no mejorará de rango a la hora de retener a ciertos jugadores o conseguir la llegada de otros. Sin aparentes urgencias económicas, con esta estrategia se quiere dejar claro que la manera de crecer es retener el talento y sólo abrir la puerta cuando la cantidad sea mareante, aunque no todos los casos se abordan de la misma manera.

Al respecto de Rui Silva, el arquero tiene condición de indispensable para el entrenador, Diego Martínez. El afán en la entidad es conseguir convencerlo para que renueve más allá del verano de 2021, fecha en la que expira su contrato. Él todavía no ha tomado una decisión al respecto. Durante el curso, el diálogo con su representante, Bruno Carvalho, ha tenido oscilaciones. En los últimas semanas se había producido un notable acercamiento, pero la salida a la luz del interés de otros conjuntos sigue sin cerrar este asunto. La postura aparente del futbolista es retrasar hasta final de temporada su decisión. En el supuesto de que pretenda salir, algo que está por ver, sabe que no encontrará facilidades porque se le considera un activo fundamental cuya cláusula se puede quedar corta. Uno de los deseos si extiende su vínculo es aumentarla, al tiempo que se le mejoraría el salario para convertirlo en uno de los mejores pagados de la plantilla.

Con Domingos Duarte el escenario es similar, con la barrera de que la cantidad para resolver su estancia, 30, sí es considerable. Desde Inglaterra ha habido varias llamadas, intensas en el pasado bazar invernal, pero los rojiblancos mantienen la misma política. Le consideran un elemento de gran rendimiento y mucho futuro, que todavía puede dar más, por lo que sólo saldría traspasado si la cifra sobre la mesa abruma. Ambos se han mostrado contentos en la ciudad, aunque es lógico el afán de experimentar crecimiento en sus carreras. Los que les rondan están dispuestos a incrementar sus sueldos de manera evidente y algunos exponen proyectos ambiciosos con objetivos superiores. El Granada sabe que lo que haga ahora definirá su porvenir. Igual que el club se encuentra serias dificultades para recuperar a algunos cedidos como Yangel Herrera, Carlos Fernández o Jesús Vallejo, no desea ceder con sencillez debido a que no tiene problemas de tesorería. Esto no descarta la marcha de estos futbolistas, pero sí que habrá una fuerte oposición. Obligaría a refuerzos extra aparte de las gestiones que ya están en curso. Todo queda abierto porque la intención principal de la directiva sigue siendo mantener la mayor parte de la base de esta campaña y luego fortalecerse en aquellas posiciones donde no pueda atar a sus titulares actuales, como puede ocurrir en el centro del campo o en el ataque. Además, hay otras plazas en las que se buscan alternativas. Al parecer, hay un lateral izquierdo con el que ya hay acuerdo. En lo demás, dependerá de los movimientos que se acaben produciendo.

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Mantener la base

El Granada quiere desprenderse de la etiqueta de conjunto de venta fácil. Pese a la incertidumbre de la pandemia y la retracción de los presupuestos en LaLiga, sigue conservando cierta salud económica que le evita la desesperación de otros ejercicios, como le ocurrió tras el descenso o en el comienzo de la campaña de Diego Martínez en Segunda. Los rojiblancos se vieron obligados a una limpia en la que no amortizaron algunas apuestas, aunque sí hubiera bastante ahorro si se consideraban los emolumentos de ciertos jugadores.

El verano pasado, cuando Fran Sánchez pasó a ejercer como director deportivo en coordinación con Antonio Cordón, del grupo Hope, el Granada sacó a a Mehdi Carcela por 2,5 millones al Standard de Lieja, recuperando lo dispuesto en su adquisición; 1,6 'kilos' por Martin Hongla, que seguía vinculado al filial rojiblanco; 300.000 euros por Rene Krhin al Nantes, un millón menos de lo que abonó por él aunque ahorrando su ficha, que era de un 'kilo'; casi 300.000, sumando variables, por Matthieu Saunier al Lorient, que en su día llegó libre; y 250.000 por Joselu al Oviedo, que también aterrizó sin traspaso previo. Las demás salidas fueron carta de libertad o despido (Javi Varas). Rubén Pérez acabó en el Leganés, pero el Granada obtuvo una ventaja con Fede Vico, cedido y con el que se pudo quedar después por 250.000 euros.

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En el periodo estival de 2019, ya en Primera, sólo obtuvo rédito por la salida de Adri Castellano al Numancia (en torno a 300.000 euros). Sergio Peña se desligó para irse al Emmen holandés, sólo con variables en la operación y un porcentaje de futura venta, de en torno al 20%. Este dato es relevante porque el peruano acaba de obtener la nacionalidad española y eso mejora sus perspectivas de encontrar acomodo en otro club. Los rojiblancos podrían sacar un pico con ello, aunque no sería de la totalidad de su pase. Sólo tenían un 50% del mismo cuando estaba vinculado. La otra mitad se la repartían el Alianza de Lima (30) y el propio jugador (20).

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