Jueves, 3 de diciembre 2020
El mejor Granada de todos los tiempos agrandó su leyenda tras una dulce derrota. Cayó con el PSV en casa, pero aun así se clasificó para los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, como sus homólogos neerlandeses. La combinación se dio y la ... derrota el PAOK en terreno del Omonia impulsó a los rojiblancos al siguiente nivel. El tanto de Malen en la primera parte les hizo daño, pero en la segunda mitad merecieron de sobra el empate, que les habría galardonado con el primer puesto del grupo E de manera matemática. Habrá que esperar para ver en qué orden acaba esto al jueves que viene, pero los nazaríes ya aseguran ser uno de los pasajeros de esta competición en el mes de febrero.
Publicidad
Perder el encuentro no puede empañar para nada una trayectoria espectacular en el segundo torneo continental. Este acceso a las eliminatorias se ha cocinado a fuego lento y con gran esfuerzo, machacando física y mentalmente a una plantilla que se ha dejado la piel cuando a veces no ha alcanzado la suerte o el talento. Comprobar como todo un PSV festejó la victoria como una proeza, un club con alcurnia que trajo a Europa a Romario y Ronaldo Nazario, da ejemplo del respeto como adversario que se ha ganado este Granada. Se han hecho tan cotidianos sus milagros que hasta hubo euforia contenida en el bando local, austeridad sin mucho jolgorio. El domingo hay que volver a jugar en ese mismo césped con el Huesca y conviene no malgastar energía. La procesión, risueña, va por dentro.
Granada
Rui Silva; Vallejo, Domingos Duarte, Germán (Foulquier, m. 56), Carlos Neva; Gonalons, Luis Milla, Yangel Herrera, Soro (Luis Suárez, m. 56), Machís y Soldado (Puertas, m. 82).
0
-
1
PSV Eindhoven
Mvogo Dumfries (Baumgarti, mm. 71), Teze, Boscagli, Max; Sangaré, Rosario, Götze, Gapko; Madueke (Zahavi, m. 38; Hendrix, m. 88) y Malen.
GOL 0-1, m. 38: Malen.
ÁRBITRO Roi Reinshreiber (Israel): Amonestó a los locales Domingos Duarte (m. 18), Germán (m.27) y Machís (m. 76); y a los visitantes Sangaré (m. 40) y Götze (m. 60).
INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 5 del grupo E de la Europa League, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, sin publico en las gradas.
No hubo probaturas y Diego Martínez se agarró de inicio a su sistema más consolidado esta temporada, el que mantiene tres mediocentros, con la mayoría de incondicionales sobre el campo. Fijó a Vallejo en el lateral diestro, variante europea, y mantuvo a Soro en la zona derecha, remiso aún el entrenador a apostar de arranque por Puertas tras pasar la Covid-19.
Sin mucho preámbulo, en pocos segundos se verificaron las claras intenciones ofensivas del PSV. Salió a morder el conjunto de Eindhoven, atosigando los intentos de construcción de los locales. Todos sus jugadores aparecían en el sector nazarí. Una apuesta decidida aunque algo temeraria, pues podía abonar contragolpes granadinistas.
De Nicosia llegaron ecos del tanto inicial del Omonia, lo que facultaba la clasificación rojiblanca. Nada alteraba los designios en Los Cármenes, con un PSV gobernador y unos nazaríes lanzando en largo y buscando carreras. Los visitantes empezaron a componer en las inmediaciones de Rui Silva, con toques resueltos, de primeras, aportando amagos en los giros que desestabilizaron a la zaga de Los Cármenes. Pronto lucieron amarillas los dos centrales, Germán y Domingos, mientras sufría Vallejo en el costado, pues las subidas de Max eran atómicas.
Publicidad
Malen, el pichichi del adversario, empezó a hacer honor a su fama con una acción de disparo que le salió fuera por poco. Machís intentó dar réplica en el otro lado buscando el pasillo interior. Tiró al bulto pero el rechazo lo pescó Yangel, que conectó con Vallejo para que Soldado chutara franco, pero con oposición ajena en última instancia. Hubo que apuntar esto, algún cabeceo aislado en saques de falta y un remate al poste de Herrera que fue anulado por empujar levemente a su par.
Götze participaba con cuentagotas pero lo que tocaba, lo mejoraba siempre. Se revolvió como un bailarín ante Germán en la acción que le costó la tarjeta al capitán y Max lanzó una falta con demasiada suavidad, como si fuera un balón de playa. El intervencionismo del lateral se plasmó en la acción del gol, aprovechando la desprotección de Soro, que no le siguió. Sin nadie que le taponara, encontró la inserción de Malen entre la defensa para poner en ventaja a su equipo. Al tiempo, el PAOK equilibraba el asunto con el Omonia, lo que impulsaba aún a los rojiblancos para la siguiente fase, pero ya por menos margen, dependiente de la resistencia de los chipriotas.
Publicidad
Faltaba asociación en el Granada, mal hilvanados los ataque y con demasiada intermitencia por dentro, bastante errado Gonalons y arrastrando los pies Yangel, que tiene encendido el testigo de la reserva. Sin relevos en la pausa, campaba con el mismo porte el PSV frente a unos locales pocos inspirados, necesitados de un estímulo. Maniobraron los neerlandeses hasta cerrar una larga sinfonía con un tiro de Dumfries que alejó a córner Rui.
Ante la falta de poso, Diego quiso acelerar la historia con Foulquier y Luis Suárez, pasando Vallejo al puesto de central. En la primera que tuvo 'Lobezno' al hueco, llegó a un balón dividido con el portero y Dumfries en el que pudo haber penalti (no hay revisión en la UEL) pero el colegiado le señaló atropello al lateral neerlandés. Justo detrás, Soldado se quedaba con las ganas de concluir.
Publicidad
Fue suficiente para que el timón cambiara de manos. Se ajustó mejor el Granada y Foulquier logró habilitar con un centro a Machís, que pareció impulsarse en un trampolín, pero la bola se le fue elevada. Variaba el estado de ánimo, aumentaba la intensidad y se ganaba en confianza. Machís se afiló, Soldado levantó el periscopio y Yangel se encontró con un chut ideal que se le marchó a la grada.
Contestó Zahavi con un intento de chilena, más estética que contundente, e insistió Herrera en la otra orilla, de repente como si le hubieran inyectado queroseno. El hambre de ganar se imponía a la fatiga, pero Mvogo también sabe volar bajo palos.
Publicidad
El PSV pedía cuartel, pero el Granada ya no daba tregua. Dumfríes se lesionó y entró Baumgarti. Zahavi le dejó el codo a Vallejo, pero se quedó sin castigo. Pudo acabar todo en un ataque fulminante del PSV, pero el esférico se paseó por el contorno de Rui. Con Jorge Molina por Milla el dibujo varió al 4-4-2, aunque el peligro lo llevaron Suárez y Machís, con pase para el 'vinotinto' que se quedó en mano a mano con Dvogo. En lugar de chutar, agobiado, trató de fintar y luego buscar el penalti ante el aguante del portero. El árbitro le cazó en el engaño y le amonestó.
Tampoco lo vio el israelí Roi Reinshreiber sobre Roberto Soldado, que juró en hebreo, pues como poco fue juego peligroso de Baumgarti. Le quitó Diego para que compareciera Puertas. En plena intentona, el Omonia se puso en ventaja en el GSP Stadion, anotando precisamente un español como Jordi Gómez de penalti, empujando a los rojiblancos al bombo con los 32 aspirantes al título. Lo siguieron intentando, porque el empate les entregaba el liderato del grupo, pero no hubo manera. Con diez puntos y un resultado ajeno favorable fue suficiente. En Grecia se dirimirá el primer puesto, asunto menor en comparación a la magnitud histórica de semejante hazaña. Todos tuvieron motivos de celebración en Los Cármenes. Los neerlandeses, por su triunfo y pase; los rojiblancos, por esto último también, con un emotivo corrillo final. «Enhorabuena a todos, estamos clasificados», les comunicó Diego Martínez a los suyos con solemnidad. Bravísimo.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.