El Granada femenino se desata con un festival goleador

Varios contratiempos se le acumularon al Granada antes de disputar la jornada 11 de Liga F. La lesión de Jujuba Cardozo en el último encuentro y la ausencia por una sobrecarga de Laura Sánchez condicionaron la zaga y la portería en el once. El técnico madrileño repitió su 4-4-2 predilecto, dando entrada a Sandra bajo palos –que no jugaba desde septiembre– y a Alba Pérez como central junto a Isa Álvarez con Cristina Postigo en el lateral diestro. Alexia ocupó el izquierdo, con Ari Mingueza y Leles en el centro del campo. Ornella y Laura Pérez actuaron más adelantadas en los flancos, con Edna y Lauri en punta de lanza.

Como siempre, las nazaríes arrancaron muy metidas en el duelo. Uniformadas con su tercera equipación verdiblanca, las futbolistas de Arturo Ruiz llevaron la voz cantante con el balón y presionaron alto hasta que el Levante les pasó factura. Fernández encontró al espacio a Franco, que se deshizo fácilmente del marcaje de Postigo para plantarse ante la guardameta rojiblanca, superarla con clase y marcar a placer. Un revés en el tramo inicial nada nuevo este curso, pero que no modificó los planes.

El Granada dominó de cabo a rabo en todas las facetas. Aunque el Levante gozó de alguna ocasión más para aumentar su renta,la zaga nazarí no sufrió demasiado. En ataque Lauri, Laura Pérez y Ornella, sobre todo esta última, orquestaron el despertar del equipo. Asolaron la portería de Emma con ansia y varias intentonas frustradas en la primera mitad. El gol se les negaba una y otra vez, por dentro y por fuera. Un infortunio que finalizaría tras el descanso.

Con el regreso de las protagonistas al césped, tan solo hicieron falta 10 minutos para darle la vuelta al choque. En el minuto 52 Edna rompió la sequía granadinista tras remachar a las redes un rechace de un chut previo de Laura Pérez que el poste repelió hasta en dos ocasiones. El tanto se sintió como una liberación, aquella que precedió al festival.

El empate espoleó al Granada y noqueó al Levante, que no encontraba argumentos para creer. Dos minutos después, fue la granadina la que dejó atrás la marca de Estela y encontró la testa de Lauri. La capitana remontó para éxtasis visitante, al que todavía le quedaba para alcanzar su clímax.

Pasado el 60 de juego, Alexia se coló hasta la cocina buscando la asistencia de Mingueza para colocar el tercero en las cuentas rojiblancas. Todo un vendaval de goles imposible de detener. El Granada pudo aumentar aún más la diferencia, pero acabó sufriendo con el tanto 'in extremis' de Inés. Un susto sin importancia tras matar los fantasmas del pasado.