![El Granada gasta 65,5 millones en traspasos y recupera 39 en las cuatro últimas temporadas](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2023/09/04/alfredo-sophia-nico----fr.jpg)
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El Granada acumula un gasto en fichajes de 65,5 millones de euros en los cuatro últimas temporadas y solo recupera 39 en traspasos. La diferencia no es baladí porque el tope salarial que LaLiga le calcula al club, clave para confeccionar la plantilla, estima ... el aumento por la partida de traspasos de jugadores en relación al saldo de compras y ventas de los tres ejercicios previos al actual, no solo el vigente. Una media en la que el club no sale bien parado por las fuertes inversiones en futbolistas hechas en la campaña europea, la 20/21, y en la siguiente, la del descenso, en la que el gasto fue menor que en el del equipo que compitió en el segundo torneo continental pero sí favorable para las adquisiciones sobre las salidas tanto en el mercado de verano, con la llegada de Luís Maximiano, como en el de invierno, en el que aterrizaron Matías Arezo, Myrto Uzuni y Njegos Petrovic. El club solo vendió a Dimitri Foulquier en el periodo estival.
La balanza se empezó a equilibrar con los actuales gestores, Alfredo García Amado y Nico Rodríguez, que en el curso pasado, el 22/23, emprendieron una agresiva 'operación salida' que superó los 30 millones con las marchas de Luís Maximiano, Luis Suárez, Luis Milla, Darwin Machís y Monchu, estas dos últimas pactadas antes de la llegada de los dirigentes que ahora están al mando. Una 'limpia' imprescindible para equilibrar el presupuesto en Segunda división, excedido por las cargas económicas con las que bajaba el equipo, entre salarios y amortizaciones de traspasos. Esto último se refiere a la manera de computar la inversión del jugador: la división del coste de sus derechos entre el número de años de contrato.
Esta política permitió la inscripción de todas las incorporaciones de la temporada pasada y que el Granada tuviera el mejor límite coste-plantilla (el nombre 'técnico' que le pone LaLiga) de toda la Segunda división: 29,1 millones al final del mercado de verano de 2022, 24,92 en el mercado invernal de 2023.
La cifra actual, que ya está cerrada, se desconoce de momento. Seguramente será aclarada en el encuentro informativo que García Amado y Rodríguez, dos de los miembros de la comisión deportiva rojiblanca, celebrarán esta misma semana con representantes de los medios de comunicación. No es un dato secreto como tal porque LaLiga también lo desvelará en próximos días, cuando su presidente, Javier Tebas, acompañado de miembros de su equipo, haga el habitual balance del mercado, estableciendo el ránking entre los equipos de Primera y Segunda. Lo normal es que el Granada aparezca entre los cinco últimos al ser un recién ascendido, pero esto se confirmará o no ese día.
En la presente campaña, la 23/24, el Granada ha apostado por las llegadas con coste añadido de Lucas Boyé (6 millones por el 70% de sus derechos, más variables) y Gonzalo Villar (1,5 millones), mientras que tuvo que asumir las opciones de compra obligatorias por Weissman (3,5) y Diédhiou (500.000 euros). En total, un gasto de 11,5 millones. Esto se compensó con una salida a priori indeseada, la de Samu Omorodion, que dejó al menos 6 millones en las arcas, el valor de su cláusula de rescisión. Por pura lógica, los rojiblancos no habrían podido aspirar a un jugador como Boyé si esto no se hubiera producido, lo que lleva a concluir que el club habría incorporado otro perfil de delantero más barato que el argentino en el plazo de fichajes. También hubo leves ingresos por las salidas de Adri Butzke (300.000 euros) y Adrián Marín (100.000 euros), lo que dejó un saldo negativo de 5,1 millones.
Es importante reseñar que en el cómputo del tope salarial pesan los propios sueldos, que con el salto de categoría se incrementaron en la gran mayoría de casos, al igual que se refleja una bajada del 50% en los contratos en el caso de un retorno a Segunda. Esta subida es reseñable en casos que ligaron su desembarco a la consecución del retorno a Primera, como Callejón, Melendo o Perea. También se agregan las primas pactadas con la plantilla.
La campaña pasada revirtió la tendencia arrastrada desde el anterior ascenso. Se fue Luis Suárez por 10 millones, prácticamente lo que ya había pagado el Granada por el 75% de su pase (10,5). También salió Maximiano por la misma cantidad, en una operación de gran beneficio porque Pep Boada, el anterior director deportivo, lo contrató por 4,5 millones, aunque había un 10% de futura venta para el Sporting de Portugal. Se fueron también Milla por lo mismo que costó, 5 millones; Machís (3,5 millones a un año de finalizar su vínculo, cuando había costado 7); Monchu (2 millones, pero la mitad la tenía pactada el Barça cuando lo dejó venir gratis); y Domingos Duarte (750.000 euros, lo que le quedaba de amortización a un año de concluir su contrato, que así lo marcaba). Amado y Rodríguez invirtieron en Meseguer (1,5; que fueron 2 con el ascenso por el bonus establecido con el Mirandés), Sergio Ruiz (1) y Ferreira (750.000 euros, a lo que se sumaron 250.000 con variable tras subir). El saldo, +26,25.
Las cuentas reflejan que bajo el dictado actual el Granada ha ido equilibrando la cuenta entre ingresos y gastos por futbolistas. La cuestión es que el atasco final de jugadores que parecían no contar, como Weissman, Diédhiou o Perea, impidieron inversiones extra. También hay que tener en cuenta que hay otras fórmulas para aumentar el tope salarial. Aparte del incremento televisivo y el que suponen los abonos y las entradas, está el capítulo comercial y de publicidad. La falta de un patrocinador principal se resolvió ayer con el 'ascenso' de la empresa Wiber, que habrá aumentado su aportación. No hubo la temporada pasada, pero en esta sí.
Descartado queda que la propiedad promueva una ampliación de capital porque la idea de DDMC es que el Granada sea autosuficiente. Es por ello que pretenden ese equilibrio entre lo deportivo y lo financiero. La cuestión es si el rendimiento sobre el campo estará a la altura para lograr el objetivo obvio: la permanencia en la élite.
El Granada de Diego Martínez subió a Primera con un equipo austero, pero desde el regreso a la máxima categoría, en 2019, el club trató de mejorar su plantilla sin desprenderse de piezas esenciales. A las llegadas por traspaso de Machís, Duarte y Eteki se unieron otros muchos tras la clasificación para la previa de la Europa League. Abonó la opción de compra obligatoria por Gonalons, de 4 millones, y la de Foulquier, de 2, a los que sumó a Luis Suárez (7 por el 50%, que se fue incrementado hasta los 10,5 por el 75%), Luis Milla (5) y Soro (2 por el 50% del pase). Agregó más porcentaje de los derechos de Machís, que llegó a un total de 7 por el 90% del pase. La duda está en qué habría pasado en caso de seguir Diego Martínez de entrenador, Antonio Fernández Monterrubio de director general y Fran Sánchez de director deportivo. Es posible que tuvieran previsto vender activos. En su defecto, sus sucesores retuvieron a todos y dieron un golpe con Maximiano (4,5), más lo que luego trajeron en invierno. No sirvió para salvarse y bajó con hipotecas.
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