Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Rafael Lamelas
Bilbao. Enviado especial
Jueves, 13 de febrero 2020, 01:30
El Granada pudo acabar bajo los restos de un naufragio, azuzando San Mamés como la mar arbolada hasta reventar el mascarón más sólido, pero encontró una tabla en la que sobrevivir bajo la galerna local para volver boqueando al hogar, donde todo se presume ... distinto, ya sin rugidos alrededor que taponen los oídos. Halló esa superficie inestable sobre la que volver a inhalar oxígeno tras apurar en apnea cuando recuperó lo de defender con tres centrales, ese argumento de urgencia de Diego Martínez que el técnico repudia de inicio, aunque le haya ordenado ya un buen puñado de partidos encanallados. Salieron con solemnidad los nazaríes a la nueva 'Catedral', pero la atmósfera opresiva intimidó con si fuera un monumento gótico. Todo se cierne oscuro para el rival cuando Iñaki Williams vampiriza, aleteando como un murciélago rabioso. Voló menos en la segunda mitad y los visitantes rondaron a Unai Simón. Un gol cotizaba alto, aunque no pudo invocarse. Tendrá que ser en Los Cármenes, templo en el que la historia escribirá su desenlace.
Athletic Club
Unai Simón, Yeray, Núñez, Iñigo Martínez, Capa, Dani García (San José, m.84), Vesga, Yuri, Raúl García (Aduriz, m.67), Muniain e Iñaki Williams.
1
-
0
Granada CF
Rui Silva, Victor Díaz, Duarte (Eteki, m.81), Germán, Neva, Gonalons, Yangel Herrera, Puertas (Vallejo, m.46), Carlos Fernández, Machís (Gil Dias, m.71) y Soldado.
gol 1-0, m.42: Muniain.
ÁRBITRO Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a los locales Dani García, Iñaki Williams y Aduriz así como a los visitantes Victor Díaz y Soldado.
INCIDENCIAS Partido de ida de las semifinales de Copa del Rey disputado en el estadio San Mamés ante más de 45.000 espectadores.
Con Foulquier eliminado de la ecuación por un problema familiar, Diego Martínez resolvió su fórmula protectora con lo tradicional. Le gusta arrancar con cuatro en la cueva y así lo mantuvo, calcando la alineación que derrotó al Espanyol, con la que ganó reaccionando a un resultado adverso, como vislumbrando el futuro. Dos líneas parejas de efectivos tras Carlos Fernández y Soldado, que soltaron velas ante el escuadrón de Garitano, que sí alistó a tres zagueros corpulentos, dos centellas con Muniain y Williams y una boya con arpones alrededor con Raúl García.
El Granada tuvo uno de esos preliminares prometedores pero ficticios. Un contoneo alentador de los que dictan la 'omertá' en campos repletos de ruido. Yangel adivinó una de esas subidas de Víctor Díaz en las que el capitán improvisa un centro templado, como si soltara una peonza, directo al pie de Soldado, que no pudo hacer la carambola como quería.
El Athletic quiso decantar las votaciones en el centro del campo, repartiéndose las sillas, hurtando el balón a los nazaríes. Capa provocó un córner y San Mamés comenzó su rito tribal para que el volcán erupcionara. Los visitantes mantenían la compostura y hasta salieron de la jaula para provocar un saque de esquina de pretensión olímpica de Víctor Díaz que Unai Simón se sacó con un zarpazo. Aún tuvo que detener un disparo con giro de Herrera, en la frontal, que tiene la elasticidad de Van Damme con las patadas voladoras, pero el arquero vasco se hizo de roca.
Fueron dos sustos para los parroquianos, calmados cuando Williams pisó el acelerador. Dotado de unas innegables condiciones naturales, está desprendiendo su fútbol de impurezas para volverse cada vez más amenazador y letal. En su primera llamarada, dejó atrás a los zagueros del Granada y Rui desvió de manera tan sutil que no lo percibió ni el árbitro (ahí el VAR no corrige).
Metió el Athletic pierna 'larga', que diría Luis Aragonés, arrasando en las disputas, danzando como en un proceso multiplicador, sometiendo con balón y en cada pugna. Vesga trató de descomponer a Rui, pero el portugués sabía que le aguardaba una prueba anatómica en cada tiro. Williams pidió turno para el saqueo, comandando la distribución en el área, pero Raúl García se equivocó de botas y se enroscó una sin maldad esta vez.
Sufría el Granada como pocas veces, abrumado por lo ambiental, en una tétrica representación de un descuartizamiento. El ritmo subía y el Athletic no perdonaba ni cuando los nazaríes echaban un balón fuera para la atención de algún herido. Puertas no fingía en su dolor, como luego se demostró con su relevo.
Los de Diego Martínez buscaron las cuerdas, ese sonido de la campana en medio del gentío para ir a beber a la esquina, escuchar pautas, ajustarse el bucal. El Athletic era un remolino de piernas que no dejaba aliento, con Rui acosado, pelados sus guantes. En la cacería se sabía quién era el depredador y quién la presa. Cuando parecía que llegaría el cuartel del entretiempo, una extraña acción acabó en el tanto local. Hernández Hernández aplicó la 'ley de la ventaja' tras un fuera de juego del Granada. Víctor Díaz salió a la presión en una jugada inmediata y fue entonces cuando el árbitro retrocedió al órsay. Dani García se percató de que había un latifundio sin atender y Williams, punzante cuando encara por la izquierda, galopó como un centauro y sirvió a su amigo Muniain, que entró a hurtadillas en el área.
Noticias Relacionadas
José Ignacio Cejudo
Chema Ruiz España
Javier F. Barrera
La diana premiaba a los 'leones' con el primer bocado de un supuesto banquete, pero el ingreso de Vallejo detuvo cualquier festín. Ajustado en la derecha, dejando a Germán el centro y a Domingos el sector zurdo, todo encajó mejor en los ayer de blanco. Se sintieron más cómodos por arriba y por abajo, con más ayudas y vías de evacuación al recuperar la pelota, que pasó más tiempo en pies de los nazaríes.
Ya no había sangrado pero sí ataques fugaces de los locales que podían infartar a los visitantes. Rui siguió con deberes pendientes cuando se abalanzó hacia él Capa, que progresa como un orangután a cámara rápida. Intentó un tiro de zurda que repelió el luso y se quedó enganchado por la corona, para recibir de nuevo tras un rápido robo de sus compañeros. Lanzó con la izquierda, la mala, pegado al poste, estático Rui, pero Mateu Lahoz avisó desde la oficina de enjuiciamiento que Williams había entorpecido la visión al cancerbero. Se anuló y cundió la indignación entre el respetable.
Soldado se calentó y soltó una tarascada que le supuso una nueva amarilla. Ya se esfumaba del encuentro del sábado, pero con esta tarjeta se ausentará de la trascendental vuelta. El Granada tiró de Gil Dias, alentador en el Wanda Metropolitano, por un Machís desesperante, y el Athletic fue a por un clásico como Aduriz, que nada más entrar le dio un golpazo a Domingos que le dejó sonado. De hecho, fue el último en ser sustituido. Herrera se fue al rancho con su juego de ganzúas para que se insertara Eteki en ese terreno minado.
Williams se midió con Vallejo, que al menos evitó que dispara con limpieza en adelante, y cualquier parada sirvió para repostar. Hubo un tramo de arrebatador orgullo, con Neva chutando de lejos y Gonalons peinando un córner que bloqueó Simón. Fue lo más cerca que estuvieron de empatar. Al 'descanso' de la eliminatoria manda el Athletic. Pero 90 'minuti' en Los Cármenes, parafraseando a Juanito, son 'molto longo'. Allí se esclarece todo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.