El mañana del Granada empieza hoy

Por qué Jiang hacía y deshacía sin que los otros ejecutivos de su país intervinieran públicamente es algo que aún no se ha explicado. Yi Rentao y otros miembros de DDMC llegaron a visitar España, pero todo parecía formar parte de esa hermandad naciente con el Chongqing Lifan, la escuadra que manejaban en la Liga china. Lo que sí se supo después es que Jiang, marketiniano, intentó sacar dinero del Granada de distintas formas, entre ellas para financiar el grupo Hope, que creó para la gestión de los equipos en los que tenía presencia. Monterrubio se hartó de denunciar a LaLiga estas prácticas de su teórico jefe. Fue entonces cuando la patronal de clubes entró en contacto con los que realmente estaban detrás del club.

Dieron un paso al frente a mediados de septiembre del año pasado. Sacaron de la organización a Jiang y reapareció Sophia Yang, quien ya formó parte del organigrama previo pero que había caído dentro de la reestructuración que inició Monterrubio a su llegada. Esto generó una visible enemistad por parte de Yang que ha conducido a una situación tensa en los últimos meses, con su vuelta. La ahora representante de la propiedad no ha llegado a congeniar con el dirigente sevillano y todo parecía indicar que sería destituido y reemplazado por ese déficit de confianza. No ha sido así, Monterrubio sigue en su puesto, pero ahora tiene a alguien por encima: Patricia Rodríguez. Como consejera, los estatutos del club no permiten la remuneración, pero se entiende que su contratación se establece con DDMC. La propiedad evita, de momento, pagar el finiquito a Monterrubio.

Volviendo a aquellos fechas del verano del 2017, cuatro días después del despido de Sergi Vieta, quien había llegado como asesor presidencial, el propio Monterrubio pasó a ser el director general. No parece que Rodríguez vaya a suplantarle tan pronto. De hecho, cuentan que ella se quiere centrar en analizar bien todos los procesos, buscar mejoras y convivir con todos los miembros actuales de las oficinas, incluido él. Dedicar un tiempo por si hay que tomar alguna decisión traumática. No parece sencilla la convivencia, pero cosas más raras se han visto. De momento, la jerarquía es esta.

Monterrubio inició una transformación profunda en el Granada a su llegada. Para empezar, echó a muchas personas, algunas de reconocida validez, pero que no entraban en un proyecto que quería muy unido y de plena confianza. Puede que se pasara de frenada en ciertos casos, pero es obvio que sus planteamientos troncales se consiguieron. Hay margen de crecimiento en las oficinas, siempre se puede hacer mejor, pero en estas temporadas ha conseguido que la gente reme en una dirección y que el equipo concentre recursos en pos de ganar partidos y alcanzar grandes gestas. En esta ecuación fue determinante el aterrizaje de Diego Martínez pero también la contribución fundamental de Monterrubio y Fran Sánchez. También la de los 'ex' de Hope, Antonio Cordón y David Belenguer, para alzar esta versión rojiblanca que ha he hecho historia.

Jiang era extravagante y se ganó el rechazo de DDMC a pulso, pero dejó hacer en la ciudad y llegó un gran éxito. Hacerlo sólido es la tarea encomendada a Patricia Rodríguez. Tras meses de especulaciones, convendría un periodo de paz. Más adelante, las decisiones que estime. El granadinismo quiere calma, lo mejor en lo deportivo y generosidad con quien ha trabajado por ello. A partir de ahí, veredictos justos con quienes les han llevado hasta cotas insospechadas.