Granada quiere otro ascenso a Primera y lo tiene claro. Las jugadoras del equipo femenino de la escuadra rojiblanca también consiguen mover masas para sentirse arropadas en su pelea por acceder a la máxima categoría nacional y cerca de cinco mil personas cantaron ayer en ... Los Cármenes que se puede conseguir el salto de división y volver a ver a los dos 'Granadas' otra vez en la élite.
No acompañó el partido para que la grada se animara. Hubo pocas ocasiones porque los equipos, sobre todo el Dépor Abanca, estaban más pendientes de no perder que de ganar y la afición trató de esperar una ocasión que les permitiera soñar con una victoria que encarrilara la eliminatoria para la vuelta en Galicia. Antes del comienzo del partido la tribuna entera se levantó para corear el himno del Granada. No son aficionados casuales que pasaban por allí, sino seguidores rojiblancos que también aspiran a que el fútbol femenino regrese a Primera.
Las ocasiones de gol en el encuentro fueron contadas, pero en cada una de ellas a favor del Granada la grada se levantó para corear el 'sí, se puede' tan característico de las fases de ascenso. En la segunda mitad, Naima tuvo la más clara del partido hasta ese momento mediado el periodo y la afición se conectó por completo al partido para que el gol que tanto se deseaba fuera una realidad.
La presión sobre la colegiada del partido y las pérdidas de tiempo del rival fueron aumentando, al entender la afición que solo había un equipo con la intención de buscar la portería contraria. El ambiente se enrareció en los minutos finales, con el Granada buscando la victoria y el Dépor Abanca tratando de resistir ante el empuje del Granada y su grada.
Hasta que llegó el premio. Casi con el tiempo cumplido Lauri, que se besó el escudo tras marcar y acabó ovacionada, recompensó con el primer tanto del encuentro a los miles de seguidores que arroparon al equipo femenino del Granada y recordó que el ascenso a Primera está cada vez más cerca. El equipo quiso más. A la grada le bastaba con ganar, pero Pamela hizo que la fiesta fuera aún mayor. El ascenso está en la mano.
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