El premio a la ilusión de Machís

La fórmula que habría terminado de convencer a Gino Pozzo por su traspaso se compone de una cantidad fija de tres millones y medio de euros acompañados por una serie de bonus según objetivos y por un elevado porcentaje sobre futura venta. Lo confirman distintas fuentes muy próximas a la operación, que dan por hecho el fichaje y entienden como un mero trámite que su anuncio oficial no se haya producido todavía. Quizás, incluso, una cuestión de 'timing' por parte del club rojiblanco, toda vez que el futbolista sigue de vacaciones tras haber disputado la Copa América hasta el 28 de junio, cuando Argentina apeó a los 'vinotinto'.

El buen rendimiento de Darwin Machís en esta competición, con un doblete ante Bolivia que dio el pase a cuartos a su selección, despertó en Gino Pozzo la llama del buen negociador. Vio la participación de su futbolista, interesante como su tramo final de temporada en Cádiz, como una oportunidad idónea para descolgarse con un mínimo superior a los seis millones y medio de euros que el club cadista firmó en su opción de compra. Es lo que pidió al Granada, que ya trató de firmarlo el pasado invierno cuando se estampase contra el reglamento. El interés del club rojiblanco en el extremo venezolano, sin embargo, no decayó ni mucho menos.

Machís ha cumplido 26 años y se siente en el mejor momento de su carrera, titular con su Selección en toda una Copa América para refrendar su liderazgo en el Carranza. El extremo, que comenzó la temporada pasada como titular en Udinese, buscó una salida en el mercado invernal y se encontró con el abrazo de Cervera, que buscaba soluciones para el bache de su equipo. Machís no hizo otra cosa que resolver partidos desde el primer día. Gol tras gol. Se sabía responsable del lado hacia el que se inclinase la balanza. Dejó para el recuerdo de la afición gaditana momentos memorables, dignos de hazaña, en los que falta de pocos minutos para la conclusión del encuentro asumía los galones de quien debía decidirlo. Machís, a quien si algo no se le puede reprochar jamás es que se esconda y no lo intente, demostró que ha alcanzado un nivel de madurez superior.

El futbolista era consciente de que este verano debía cambiar de aires. Desprenderse al fin de la propiedad italiana después de su fracasado intento en Udine. Y ante las opciones desplegadas sobre la mesa, y la insistencia de un Granada que siempre lo consideró prioritario, qué mejor que el calor del hogar. «Ha rechazado ofertas más interesantes en lo económico. Hay mucho que agradecerle...», deslizan fuentes próximas a la operación que lo llevará de vuelta a Los Cármenes. El rancho favorito de un toro bravo que quiere embestir en Primera.

Se frota las manos Diego Martínez, consciente de las diabluras que el venezolano puede causar en Primera, ya más experimentado tras su último paso por el club. Fue una de las razones que bien le pudo costar el sueño en la semana previa a la visita del Cádiz a Los Cármenes, el domingo para el que se esperaba el ascenso. «Hablamos del jugador más determinante de la categoría, los números así lo indican. Él puede resolver un partido por sí mismo, lo conocéis bien», le aludió en su comparecencia de prensa anterior. El vigués podrá contar en Primera con un futbolista que, por sí solo y bien conducido, puede convertirse en un arma de destrucción masiva para las defensas de LaLiga.

Nadie tiene más ganas que el propio Darwin, que tropieza con los amigos que tiene por la ciudad cada vez que la pasea. A modo de anécdota, ayer fue 'cazado' mientras veía en directo a través de las redes sociales del club la presentación de Domingos Duarte. Está tranquilo. Sabe que el fichaje es un hecho, sobre todo porque nunca se prestó a otra alternativa. Sigue en Ibiza de vacaciones junto a sus familia tras un par de días en la ciudad. Allí espera el momento para coger el avión de vuelta a casa por la puerta grande. La noticia de su fichaje sirvió para medir la ilusión de sus aficionados, que lo siguen considerándolo como uno de ellos pese a la motivación exhibida la última vez que se vieron las caras, con intereses bien opuestos.

En su última temporada en el Granada, en aquel proyecto de Segunda que comenzó con José Luis Oltra, siguió con Pedro Morilla y acabó con Miguel Ángel Portugal, Darwin Machís se destapó como goleador con catorce goles. Venía de pedir perdón unos meses antes en Leganés por el gol que mandó virtualmente a los rojiblancos a la categoría de plata. Vuelve ahora después de ocho goles en el Cádiz en media temporada y lo hace en Primera. No es uno de los artífices del ascenso pero sí que quiere serlo de una próxima permanencia y de las que pueden seguir, héroe de la epopeyas que los granadinistas puedan imaginar. Darwin Machís vuelve a Los Cármenes. Su gran ilusión se hará realidad.