Adiós o hasta pronto

La contracrónica ·
Hubo gestos con mucha emotividad del entrenador del Granada de puertas para adentro tras el encuentro con el Getafe, aunque todavía no despeja si pudo ser su último partido al frente de una etapa maravillosa de tres temporadas

José Ignacio Cejudo

GRANADA

Lunes, 24 de mayo 2021, 00:34

Nadie, absolutamente nadie, sabe todavía a ciencia cierta si lo de ayer en Los Cármenes fue el fin de ciclo del legendario Granada de Diego Martínez. Al menos es lo que asegura una y otra vez el gran artífice de esta historia, que no ... iba a decidirse con un último partido todavía por delante y aún pide unos días para resetear, escuchar y cavilar. Sin embargo, el tono en un ágape interno posterior al partido fue de despedida, ya fuese del curso en sí o de algo más. Diego Martínez fue muy afectuoso con el resto de miembros de la gran familia rojiblanca, estampando su firma en distintos balones para empleados del club y agradeciendo la labor de cada uno de ellos. Pese a todo, tampoco a ellos les desveló atisbo alguno de su decisión.

Cuando Medié Jiménez señaló el final del partido, el entrenador fue abrazando a sus futbolistas como ha hecho siempre y luego se inmortalizó con ellos y con su cuerpo técnico como tras cada conquista. Hubo que repetir la fotografía de familia tres veces: en la primera faltaba Soldado, que hablaba para la televisión, y en la segunda Pepe. Diego Martínez se prestó a la chanza, tan serio como es, al ponerse un peculiar sombrero de tipo pescador de Robert Kenedy. Tuvo un cónclave distendido con Fran Sánchez que tampoco pareció salirse de lo habitual. Todo esto lo vieron de cerca las consejeras Patricia Rodríguez y Sophia Yang, que asistió al partido.

A la espera de saber en qué queda lo de Diego Martínez, sí hubo otras despedidas seguras en Los Cármenes. La más clara fue la de Fede Vico, titular y sustituido en el añadido entre aplausos de sus compañeros. Estandarte del ascenso y titular en el aterrizaje en Primera, se le quebró la planta del pie izquierdo y nunca volvió a ser el mismo. Ante el Getafe, reciclado a la medular, mostró la falta de precisión y ritmo que le viene condenando desde la temporada pasada, sin oferta de renovación sobre la mesa. Voluntarioso en el trabajo defensivo, ni tan siquiera a balón parado consiguió lucir la zurda que en su día fue un guante.

El adiós más disimulado para el telespectador pero no por ello menos asumido fue el de Rui Silva. Zamora del ascenso y guardián en Primera y por Europa, se marcha al Betis gratis porque el Granada nunca consiguió igualar su oferta al luso. Fue suplente en su último partido como local en Los Cármenes previo acuerdo con Diego Martínez, el preparador de porteros Juan Carlos Fernández 'el Pescao' y el propio Aarón Escandell. Un profesionalidad excepcional, siempre discreto: del primer día al último.

Luego está lo de los cedidos. A Nehuén Pérez y Domingos Quina les faltará tiempo para dejar la ciudad, mientras que los préstamos de Yangel Herrera, Jesús Vallejo y Robert Kenedy presentan distintas dificultades. El venezolano –otro líder– espera un salto en su carrera. Al maño le ha faltado constancia como rojiblanco, pero es feliz en el club y la ciudad. Quien sí está convencido de seguir es el brasileño, que cayó de pie, pero todo pasa por el Chelsea, con el que termina contrato en 2022.

Hubo distintos discursos de despedida tras el encuentro y en el propio estadio, ya que algunos cogieron ya carretera de vacaciones al poco de terminar. Quizás alguno de los cedidos vuelva y no lo hagan otros que no tomaron la palabra. Al EuroGranada se le cae el prefijo para la temporada 2021/22, pero la lucha siempre es eterna, como un recuerdo en el que ya nunca faltará Diego Martínez. El próximo ejercicio debe ser el de la vuelta a Los Cármenes de su gente. El auténtico corazón tras el escudo.