![Granada - Atlético | Oblak contra Rui Silva: duelo de Zamoras en Los Cármenes](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201911/22/media/cortadas/ruisilva-oblak-keCH-U90764206994oVG-624x385@Ideal.jpg)
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-«Bajo los tres palos de uno de los fondos, con 191 centímetros de altura y 91 kilos de peso, 25 años, seis porterías a cero en lo que va de campaña, el muro portugués, el último Zamora de Segunda división, ¡Rui Silva!».
-«En el fondo contrario, con 188 centímetros de altura y 87 kilos de peso, 26 años, siete porterías a cero en lo que va de curso, el cancerbero esloveno, el Zamora de las cuatro últimas temporadas de la Liga de las Estrellas, ¡Jan Oblak!».
Sería una buena introducción para el partido que mañana jugarán en Los Cármenes el Granada y el Atlético de Madrid, dos equipos con sus arcos blindados por dos de los mayores especialistas en aquello de guardar metas del campeonato. Uno de ellos, el atlético Oblak, considerado en los últimos años como el mejor del mundo por no pocos aficionados a este deporte en disputa, entre otros, con un Marc-André Ter Stegen que representa una escuela moderna y completamente opuesta a la del esloveno. A medio camino podría decirse que está el del Granada por su buen juego de pies.
Tanto Oblak como Rui Silva son ante todo dos porteros sobrios cuya mayor preocupación es dejar su portería a cero y correr los menores riesgos posibles, poco amigos del lucimiento personal innecesario. Ambos, además, porteros de pocas palabras; discípulos de aquella estirpe que impone con su mera presencia, de los que se hacen enormes para el delantero en sus mejores tardes.
A Rui Silva y Oblak los avalan unos números apabullantes. Últimos Zamora de Segunda y Primera, donde no hay quien tosa al colchonero en las últimas cuatro campañas, mantienen sus cifras en la presente temporada. En este momento, Jan Oblak es el especialista que más veces ha dejado a cero su portería, en hasta siete ocasiones, ante Getafe, Leganés, Celta, Mallorca, Real Madrid, Valladolid y Athletic, a las que podrían sumarse las del Lokomotiv en Moscú y la del Bayern Leverkusen en Madrid, ambas en Champions League. Le sigue con seis porterías a cero Rui Silva, ante Espanyol, Celta, Barcelona, Leganés, Osasuna y Betis. Son las mismas que acumulan Real Madrid y Athletic de Bilbao, aunque ambos equipos tuvieron que utilizar a sus segundos porteros, Alphonse Areola e Iago Herrerín, ante las puntuales ausencias de Thibaut Courtois y Unai Simón.
Sí es cierto que Rui Silva ha lamentado en lo que va de campeonato nueve tantos más que el atlético, hasta 17 para situarse como el quinto clasificado en la tabla por el Zamora de la 2019/20 con un coeficiente de 1,31 goles encajados por partido. Una clasificación que, como no podía ser de otra forma, lidera el propio Oblak con una media de 0,62 por los ocho recibidos. Como toda estadística puede verse desde otro ángulo, también deben atenderse las 37 paradas que suma el nazarí, a 2.85 en cada duelo, por las 26 del colchonero, a dos por encuentro. Oblak, por tanto, aspira a revalidar el Zamora por quinta temporada consecutiva aunque viene encajando una cifra de goles creciente (18, 21, 22 y 27) que, de acuerdo a sus registros actuales, podría reconducir. El bagaje de Rui Silva, por su parte, podría resumirse en las 18 porterías a cero que dejara el curso pasado en Segunda, con 27 tantos en contra.
Ambos comparten un pasado en Portugal, el país natal de Rui Silva. Allí tuvo que buscarse la vida Jan Oblak cuando tenía 17 años, en las filas del Beira-Mar de la Segunda lusa, procedente del Olimpija esloveno. No tardó en firmarlo el Uniao de Leiria ya en la máxima categoría y luego el Río Ave hasta que lo terminara pescando el Benfica, donde apenas jugó en la 2013/14 alternando primero con el filial para luego encajar tres goles en 16 partidos con el primer equipo y alzarse con un triplete doméstico mientras Rui Silva se abría paso en el Nacional de Madeira que lo formó. Aquellas actuaciones del esloveno fueron suficientes para que el Atlético de Madrid decidiera pagar su cláusula de 16 millones de euros, el portero más caro de la historia de la Liga entonces, para suplir junto a Miguel Ángel Moyá el vacío de Courtois, que se fue al Chelsea.
Los inicios de Oblak en el Atlético, como los de Rui Silva en el Granada, no fueron fáciles. Ambos ocuparon un lugar en el banquillo en sus primeros meses. El esperado debut del esloveno, de hecho, no fue sino una pesadilla. Encajó tres goles en tres disparos del Olympiacos en el infierno griego del Pireo. Oblak se repondría durante el curso hasta asentarse como titular en el siguiente. También lo pasó mal Rui Silva a la sombra de Ochoa primero y Javi Varas después, pese a que se pagó 1,5 millones por él, en dos siniestros cursos para los rojiblancos, llegando a pedir la cesión, hasta que Diego Martínez le diera la confianza.
Ahora, imponentes, se sienten invencibles. Oblak como armadura del equipo que quiere batirse con los todopoderosos Barcelona y Real Madrid. Rui Silva, como superhéroe de un equipo sólido que quiere salvarse cuanto antes para soñar alto.
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