Jorge Molina levanta los brazos en el partido ante el Mirandés. r. l. pérez
Granada CF

Jorge Molina siempre florece en otoño

El alcoyano ha iniciado la temporada al 'ralentí', como en los dos cursos anteriores, en los que acabó como máximo goleador rojiblanco

Jueves, 6 de octubre 2022, 01:02

Desde su llegada al Granada, Jorge Molina nunca ha iniciado la temporada como titular indiscutible. También le ocurrió en los dos anteriores cursos, cuando tardó ... en encadenar presencias en la alineación inicial, tanto con Diego Martínez como con Robert Moreno. Esto no impidió que acabara con muchísimo protagonismo en los planteamientos y como máximo goleador de los rojiblancos. Con el 'chamán', participó en 51 encuentros, 27 en el 'once' de arranque, para conseguir 15 goles. En la etapa de Moreno, a la que se agregan las direcciones de Torrecilla y el propio Karanka, Jorge Molina llegó a las 37 intervenciones, 19 con el elenco de partida, para firmar 12 dianas.

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En la presente campaña, el alcoyano solo ha sido titular en un partido, en Ipurua, y todavía no se ha estrenado de cara al marco contrario. Pero Molina suele florecer en otoño. Cuando el ejercicio avanza, más va jugando y al final le suelen llegar las dianas. Con 40 años, al 'Matusalén del gol' no se le ha olvidado su oficio, aunque por ahora no esté contando con el respaldo total desde el banquillo para llevar por más tiempo el ariete.

En el fondo, Karanka dio un voto de confianza a los dos puntas que continúan del pasado proyecto, Jorge Molina y Matías Arezo, pero desde el principio se ha empeñado en la adaptación de José Callejón al puesto de 'nueve'. El técnico vasco desestimó la incorporación de otro atacante, a pesar de que la dirección deportiva sopesó varios nombres (en los últimos días del mercado, Bouldini, que acabó en el Levante; y Manu Vallejo, que recaló en el Girona, en Primera). Para Karanka, la solución Callejón era su prioridad y manejaba como alternativa tanto al más veterano de los capitanes y al joven uruguayo.

Los hechos parecían dar la razón en las primeras jornadas, aunque el que irrumpió como rematador fuera Myrto Uzuni, bien ayudado por los movimientos del motrileño en vanguardia. Quizás cansado de su estancia con su selección, al albanés se le vio más apagado con el Huesca y esto penalizó al equipo. Karanka se vio obligado a sustituirlo durante la segunda mitad.

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Molina se ha convertido en un refresco para después del descanso, salvo en Ipurua. Participó en el segundo tanto en Los Cármenes frente al Mirandés, cuando peinó el balón que recogió detrás Callejón y que materializó Uzuni. En los últimos encuentros se le ha visto más suelto en lo físico, buscando asociación con sus compañeros, siendo esa boya en la que apoyarse cuando se ven atascados para dar continuidad a los avances.

La cuestión es que el abanico ofensivo de los rojiblancos depende de otras decisiones de Karanka. Si Molina reapareciera como cazador, lo normal es que Callejón retrase su posición, ya sea a la banda, como acabó la última cita, o a la mediapunta. En esta posición competiría con Rochina y Melendo. El primero demostró que está mucho mejor en lo físico y en cuestiones de confianza en su juego. El segundo es una de las debilidades del preparador por su soltura a la hora de hilar el fútbol, perdiendo muy pocos balones. No es fácil que encajen los tres al tiempo sin sacrificar otras piezas.

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Asumiendo que Uzuni es indiscutible por su desborde y puntería, quedaría la derecha por definir. Antonio Puertas perdió el tren de la titularidad con los oscenses e irrumpió con desparpajo Bryan Zaragoza. El atrevimiento del canterano es una de las mejores noticias para el Granada en las últimas semanas.

Tres veces con punta puro

El equipo tiene más problemas delante que atrás. Salvo en la goleada en Eibar, penalizados a balón parado y con desidia final, los rojiblancos han tenido un mecanismo protector aceptable, salvo en momentos de genialidad del rival o alguna pifia aislada. El conflicto está arriba. Pese al talento evidente, las ocasiones brillan por su ausencia. Salvo con Racing y Andorra, con Arezo de referencia, y en Ipurua, con Molina, la apuesta con el filo siempre fue Callejón.

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Karanka tendrá que ver si es momento de persistir o si se inclina por puntas más puros. Molina tiene un motor 'diésel', pero cuando adquiere sensaciones, parece un valor seguro;su edad nunca ha sido una tara hasta ahora. Está curtido en el oficio.

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