Futbolistas invisibles

Pienso en Mariano. Un delantero que lleva tres años en el Real Madrid durante los que cada vez que juega se debe pedir un deseo. No la huele, y sin embargo cuando juega se pone las botas. En sus primeros 52 segundos en Liga la temporada pasada apuntilló al FC Barcelona en el Bernabéu. El sábado, contra el Villarreal, tardó apenas dos minutos en abrir el marcador, con un remate de cabeza en plancha precioso. De 'killer'. Resulta que Mariano promedia un gol cada hora y media que juega, que ya quisieran tantos. Ya tiene que entrenar mal Mariano para que Zidane no le vea. El caso es que tampoco se quiere ir, que uno ya no sabe si es por una fe ilimitada en sí mismo o por pereza, en un retiro activo.

Un goleador invisible, y seguro que no es el único. El caso de Mariano me hizo detenerme en tantos futbolistas del Granada que pasaron sin pena ni gloria por el equipo en temporadas recientes. En todo lo que pudo ser y no fue. Qué dos centrales podrían haber sido Musavu King o Noé Pamarot. Qué laterales izquierdos nos pudimos perder con Jorge Ribeiro, Salva Ruiz, Neuton, Luis Martins o Iriondo. Cómo habrían cerrado el centro del campo Sulayman o Angban. Lo que podría haber hecho el Granada de Jémez con el Tin Angulo. ¿Quién nos dice que no había un Balón de Oro en Yohan Mollo?