Los hombres de la Copa se topan con la ilusión del Navalcarnero

En el caucho del Mariano González cayeron ya Badajoz, Las Palmas y Eibar y allí tendrá que calzarse hoy el Granada, cumpliendo con la profecía por la que los madrileños seguirían el camino que el curso pasado siguió el primer equipo al que eliminaron. Felices hasta ahora, sueñan romperla eliminando a los rojiblancos, que el curso pasado superaron al Badajoz 2-3 en la prórroga. Los de Diego Martínez tendrán enfrente a un orgulloso equipo de obreros del fútbol que lideran el capitán Manu Jaimez y el ariete Juan Esnáider, hijo de su padre, exfutbolista de Zaragoza, Real Madrid, Atlético, Espanyol o Juventus entre otros.

Fiel a la 'segunda unidad' que le ha llevado hasta octavos, Diego Martínez mantendrá en la titularidad salvo sorpresa a Aarón Escandell bajo palos; al meritorio Pepe en el lateral derecho para respiro de Foulquier; al 'ofrecido' Nehuén en la zaga; a Eteki en la medular tras su expulsión en el Estadio de la Cerámica; a Alberto Soro en banda derecha; y a Jorge Molina como referencia del ataque y capitán del grupo. Son los seis futbolistas que han sido titulares en las tres rondas previas de la Copa del Rey. A ellos podrían sumarse Vallejo en la zaga, tras su bautizo como pivote en El Sadar; Quini, como lateral izquierdo, recuperado de su lesión; Ángel Montoro en la medular y Fede Vico y Antonio Puertas, dos almas en sendos reencuentros consigo mismos, en la mediapunta y la banda izquierda, móviles como en La Rosaleda.

No obstante, también podría tener una oportunidad para ponerse a punto Víctor Díaz, que de nuevo entrena con naturalidad. Si el resultado es cómodo, esta podría llegarle en la segunda mitad. Tampoco se puede descartar la titularidad de Roberto Soldado, que solo disputó diez minutos frente a Osasuna. Diego Martínez podría optar por dos delanteros para, en un campo de césped artificial, tratar de resolver la eliminatoria por la vía directa.

Los futbolistas del Navalcarnero soñaban con cruzarse con el Barcelona, como es natural. Aún les mueve esa emoción del pequeño que quiere tumbar a otros más grandes hasta toparse con el gigante. Para el Granada, sin embargo, la Copa del Rey es una cuestión de honor y superación. La espinita clavada del gol de Yuri Berchiche en la pasada edición es su gasolina para plantarse en la final en esta ocasión. Es la causa rojiblanca en el KO.