El Granada CF sigue destilando felicidad en la Europa League y es una verdadera pena que sus seguidores no puedan acudir a Los Cármenes para ... disfrutar con todo lo bueno que está realizando su equipo en su primera aventura continental. Esta experiencia se suele vivir una vez en la vida en clubes tan humildes como el conjunto rojiblanco, que está sabiendo exprimir al máximo esta oportunidad que le ha brindado el destino futbolístico.
Llegaba el todopoderoso Nápoles a la capital granadina con un amplio cartel colgado en su pecho que decía que era el gran favorito para esta eliminatoria, pero en este primer asalto se topó con uno de los partidos más completos del Granada tanto en defensa como en ataque. Su adversario era una prueba de fuego, pero al conjunto italiano se le fundieron los plomos, se encontró con dos torpedos en su línea de flotación y apenas llegó con claridad a la portería del bloque rojiblanco, que cerró una actuación casi perfecta para delirio de su afición. De momento, para mantener ese sueño europeo ha sido vital el triunfo del jueves, una victoria lograda con total justicia que da una cierta calma para afrontar el segundo asalto en tierras napolitanas el próximo jueves.
El Granada eligió la gloria desde que comenzó el partido y la persiguió con tal fe, fuerza e inteligencia que el Nápoles tuvo que claudicar aun siendo el gran favorito en esta eliminatoria, aun disponiendo de futbolistas y recursos suficientes para haber hallado respuestas para contestar al equipo granadino. No pudo hacerlo nunca porque el equipo de Diego Martínez desplegó todas sus virtudes de grupo rebelde, díscolo y ofensivo y las aliñó con un plan táctico impecable al que todos sus jugadores respondieron de principio a fin, sin plegar velas, sin dar margen a la rendición o desplome. El triunfo fue imponente, tanto como el espectáculo, que tuvo un considerable componente colectivo y una rica aportación individual. Talento, esfuerzo, complicidad, chispa... y dos magníficos goles que pueden disparar al Granada hacia los octavos de final. El conjunto granadino eligió la victoria frente al Nápoles y lo hizo superándole en calidad técnica, en la futbolística y la estratégica. Da gloria ver a este equipo tan guapo y descarado pasearse por la pasarela de la Europa League.
Diego Martínez y sus jugadores apenas han podido saborear las mieles del triunfo ante el conjunto italiano y ya tienen delante otro difícil compromiso en la Liga ante el Huesca. Tanto el técnico como sus futbolistas saben que sumar estos tres puntos en juego insuflarían una tranquilidad casi definitiva en el torneo doméstico, pero eso pasa por ganar esta tarde al colista.
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