César Luis Menotti, al frente durante un partido. EFE

Escuela Menotti

Cartas desde China ·

La verdad de las cosas está entre las personas, la verdad del juego se encuentra en las relaciones humanas

Kevin vidaña

Domingo, 9 de agosto 2020, 00:53

Desde hace casi diez años soy entrenador de fútbol con la máxima titulación posible. Estudié en Granada durante tres años para poder cumplir mi sueño: sentarme en un banquillo. Nunca hubiera apurado los estudios de Bachillerato si no fuera por esas ganas de 'dirigir' ... un equipo de fútbol. Ahora me pregunto qué será de esos ataques de ansiedad de mi profesora de Latín cuando me ve tan amigo de las palabras. Y es que sólo necesitaba relacionarlas con lo que me gusta. Las ganas de aprender siempre estuvieron, sólo había que descubrirlas, es decir, dejarlas de cubrir.

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Diez años después, ejerciendo en la cuarta división china, estoy desvelando mi entusiasmo por el aprendizaje y duplicando titulación gracias a la 'Escuela de Entrenadores César Luis Menotti'. Estoy estudiando por placer, priorizando el proceso sobre el resultado, primando la búsqueda sobre lo buscado, lo que me llevará a conseguir un diploma que ya tengo y no me interesa en absoluto. Recomendado por Diego Latorre y motivado por maestros como Rubén Rossi, Ángel Cappa, Fernando Signorini y César Luis Menotti, entre otros muchos, estoy rindiendo cuentas con mi naturaleza más esencial, acercándome al juego de una manera más pura y humanista, lo que no puede dar una diplomatura.

Se trata de una escuela que no está tan interesada en su enseñanza o método, sino en que la gente aprenda. Maestros que son alumnos y alumnos que son maestros. En una de las maravillosas clases del curso se refieren a la profesora Alicia Fernández, que dice: «La actividad del pensar nace en la intersubjetividad, promovida por el deseo de hacer propio lo que nos es ajeno, también nutrida por la necesidad de entendernos y que nos entiendan». Es decir, la verdad de las cosas está 'entre' las personas, la verdad del juego se encuentra en las relaciones humanas, en aquello que nace entre dos o más y nunca desde uno para uno. El juego como diálogo privativo, la táctica como intimidad y la sapiencia compartida. Personas sin máscaras.

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