Creer

Rui Tiago Dantas Silva (Aguas Santas, Portugal, 1994) vagaba por el Nacional de Madeira en 2016. El equipo portugués era colista y acostumbraba a encajar 3-4 goles en cada encuentro. El director deportivo, Javier Torralbo 'Piru', acababa de desembarcar en el club. Una tarde otoñal, un granadino al que no gusta hacer ruido pero que lleva casi una década trabajando de ojeador en el club nazarí, David Peláez, recibió el encargo de viajar a Portugal para observar futbolistas. Fue verlo parar durante veinte minutos e inmediatamente le echó el ojo. Al contactar con él, Rui creía que era una broma. Jamás imaginaba que un club de Primera tocaría a su puerta en su actual situación deportiva. El informe cautivó al secretario técnico Pedro Morilla, que no tuvo reparo en pedir el visto bueno para pagar 1,5 'kilos' por el luso. El Granada era colista, la situación deportiva era insostenible, pero Piru, en uno de sus pocos momentos de lucidez al frente de la parcela, apostó por fichar al cancerbero portugués.

Rui Silva llegó sin hacer ruido en el mercado invernal de la temporada 2016/17 para cubrir la ausencia de Oier, que se marchaba al Levante. Supo tener paciencia y aguardar su momento, a la sombra de Javi Varas. Creyó en sí mismo y la temporada pasada comenzó a asombrar a propios y extraños. Consiguió ser el portero menos goleado de una de las mejores 'Segundas' de la historia. Guardameta moderno, de gran planta, enormes reflejos y fantástico juego con los pies. Una ganga de mercado para los grandes clubes (15 kilos de cláusula). Lo demás, ya lo saben. El luso está contribuyendo con sus paradas hacer del Granada el mejor equipo recién ascendido a Primera del siglo XXI. El mejor Granada de la historia en la élite. Lleva un gol recibido en casa en cuatro partidos y cinco puertas a cero en nueve encuentros. Y jamás ha perdido si se adelanta en el marcador.

Dice un proverbio chino que 'siempre hay una persona que cree en ti incluso cuando tú has dejado de creer en ti mismo'. David Peláez fue esa persona para Rui Silva. Y el portugués se está encargando de agradecérselo con creces a él y a su Granada.