Dos 'runners' estiran antes de iniciar sus carreras el sábado 2 de mayo. RAMÓN L. PÉREZ

Los estiramientos del 2 de mayo

El órsay ·

Los españoles nos echamos a la calle con el ímpetu de los Cebada Gago partiendo un 8 de julio a las 8 de los corrales de Santo Domingo, como si lleváramos mes y medio en chiqueros

MANUEL LÓPEZ SAMPALO

Lunes, 4 de mayo 2020, 01:11

Este dos de mayo no fue el pueblo el que se alzó, sino el confinamiento; y con ello, los españoles –del Parque Genovés al Tico Medina, de la Fuente de la Bicha a la Playa de Cortadura– salieron a estirar las piernas. Dando las ... 20 horas, nos echamos a la calle con el ímpetu de los Cebada Gago partiendo un 8 de julio a las 8 de los corrales de Santo Domingo. Como si lleváramos mes y medio en chiqueros.

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La última hora de granada

Este encierro, en lo físico, fue una suerte de 'Supervivientes' a la inversa: si en dicho 'reality' se tira uno del helicóptero hecho un Paquirrín y regresa como un Foulquier, por efectos del sol y la dieta; en nuestro confinamiento, si a mitad de marzo eras un Ramón Azeez, hoy sales del claustro como un J. Ramón Sandoval: lechoso y lechal.

Algunos cambiaron directamente las pantuflas por las Asics sin paso intermedio por el potro de tortura de Patry Jordán o Fausto Murillo –a caballo entre Adrián Ramos y Babin físicamente, y entre Coelho y un sobre de azúcar en lo intelectual–.

Los que vivimos junto al mar pudimos comprobar que estaba la playa igual que una feria –«válgame, San Cleto, lo que es la pandemia»–: mezcla de una carrera benéfica y una paellada popular. Más de uno vi con la mirada perdida y la barba 'muyahidinesca' de Ortega Lara. Juro que me crucé a un tipo que estrenaba la camiseta de cuando debutó Solari… en el Atlético de Madrid. Viejos satirones en bicicleta y chándales de cuando Pepe Mejías dándose a la primavera siguiendo el trote cochinero de ninfas en mallas y top. 'Coronarunners' y 'runners km. 0'. Algunos más 'hipoconcienciados' dejaban paso a los que buscábamos marca, apartándose como si nos apellidásemos Soprano, por decirlo en palabras de Madueño.

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Ayer, día 3 de mayo, afortunadamente no hubo fusilamientos, pero estoy seguro de que sí muchas agujetas por falta de entrenamiento y de estiramientos. Ajo y agua… con azúcar.

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