El emblema de los aficionados humildes

Una palabra recorrió cada asiento: «Molde». Nada que ver con el pan, como seguro que bromeó alguno, sino con un conjunto noruego con particularidades. Está en el parón invernal de su campeonato, que allí es largo por el frío intenso, y jugó en Villarreal como local en la eliminatoria de dieciseisavos. Ahora no será posible porque el cuadro amarillo disputa su vuelta europea en casa, pero sí podría ser en otro campo español, pues el Molde está de preparación en el país. Esto sería una buena noticia para el fundido vestuario rojiblanco. Ahorrarse un viaje largo el 17, día previo al partido de vuelta de octavos. Pero para eso queda un mundo y de por medio está el Elche.

El entrenamiento de hoy será clave para establecer el estado físico real de la plantilla. Por ganas, seguro que muchos querrían salir al verde; no todos lo conseguirán y de esa evolución saldrá la alineación de Diego Martínez. El entrenador ha podido hablar con algunos de sus futbolistas que no son baja pero sí están mermados por diversas circunstancias. Con independencia de lo que pueda aportar el rival, lo primero para el técnico es configurar un 'once' competitivo con lo que hay. Esperará al que haga falta y es posible que medite rearmarse de nuevo con tres centrales ante la coyuntura en la media.

El discurso a pie de campo del 'chamán' en el Maradona fue inspirador y se ganó la arenga de su tropa. Empiezan a ser conscientes de que no solo representan a un granadinismo eufórico por la hazaña de los suyos, sino también a todos esos aficionados que no secundan a clubes grandes y se emocionan con la gesta rojiblanca. El Granada despierta simpatía, se ha convertido en un emblema para los más humildes, un aventurero que aviva la sana envidia entre los aficionados de los modestos. Ya pasó hace años con el Espanyol y el Alavés, también con el Celta. Su juego envuelve una capacidad sobrehumana de resistir ante los achaques.

Los percances en forma de lesiones justifican con claridad por qué Diego Martínez alineó a pocos titulares en Huesca. No solo fue una reserva deliberada de efectivos para competir con solidez en Italia, sino una medida de prevención para que la escabechina sufrida no se adelantara en El Alcoraz. Estaba medido internamente que algo así podría ocurrir, aunque la secuencia de caídos impactara tanto.

Diego es el referente de un colectivo mayúsculo e implicado. No hubo recibimiento en el aeropuerto, pero sí una ovación de los taxistas presentes al preparador vigués, que les agradeció una vez más el gesto, pues no es el primero. Currantes que saben que el gallego ha liderado a todos hacia un lugar idílico sin utilizar poderes mágicos, solo labrando el destino con las propias manos.

En la Ciudad Deportiva, los trabajadores felicitaron a sus héroes. Los guerreros apenas tienen descanso. Han de hacer un esfuerzo extra para luego tener una semana más sosegada, sin distracciones de por medio, antes de viajar el próximo finde a Bilbao. Será después de ello cuando tengan que analizar en detalle al Molde. Conviene respetarlo, de la misma manera que Europa ya lo hace con el Granada, al igual que esa España alejada del Barça, el Real Madrid y el Atlético también.