Quique Pina pacta nueve meses de cárcel y libera al Granada por sus deudas

En la sentencia se expone que Quique Pina creó una trama para evitar abonar 3,2 millones a Hacienda como responsable del Ciudad de Murcia. Añade, además, que ideó una «mecánica compleja y perfectamente planificada» para no disponer de patrimonio a través de dos sociedad interpuestas (Quique Sport y Calambur Intermediaciones), en el que aparecía su hermana, Elena Pina, como administradora.

La Audiencia Nacional considera probado que el expresidente del Granada recibió a través de Calambur «retribuciones en metálico o especie» como directivo del Granada y posteriormente del Cádiz, además de como intermediario de jugadores. Dicha sociedad, por ejemplo, adquirió un yate valorado en medio millón de euros ('El Duende') que se compró a través de dos transferencias que se emitieron desde una cuenta del club rojiblanco, cuyo «único autorizado» era Quique Pina. Detalla la sentencia además que el Granada costeó los salarios del capitán y del marinero del navío. La otra sociedad, Quique Sport, contaba con diez inmuebles registrados, entre los que se incluía, por ejemplo, la vivienda que él tenía en Molina de Segura (Murcia). Las empresas también le sirvieron para el disfrute de vehículos de alta gama (Porsche, Aston Martin…). Entre las maniobras realizadas para eludir a Hacienda destaca, por ejemplo, la venta de la casa de los padres del Pina por 160.000 euros, a pesar de que estaba valorada por 80.000 euros más, a Jorge Cordero, empleado en el Granada y hermano de Juan Carlos Cordero, que además de director deportivo del club nazarí era persona de confianza del expresidente en el Granada.

Como consecuencia de esta causa, Pina también depositó en el juzgado 2,9 millones de euros, con los que la deuda reclamada por Hacienda quedó saldada. Sin embargo, el expresidente del Granada mantiene abierto un Contencioso en el que sostiene que gran parte de esa cantidad no se corresponde con sus movimientos a título individual sino con una deuda no fue abonada por Carlos Marsá, entonces presidente del Granada 74 -denominación con el que se renombró a la entidad murciana tras su compra-, y que fue tras la insolvencia de Marsá cuando se acudió a Pina para que hiciera frente a dicho pago

Además de los nueve meses de cárcel con los que la Audiencia Nacional ha castigado a Quique Pina y a tres de sus familiares por un delito agravado de frustración de ejecución, a Pina se le impone una multa de 6.750 euros y al resto 4.500 euros, además de las costas del juicio. Al ser la pena menor de dos años y no tener ninguno de ellos antecedentes penales no entrarán en prisión.

El Granada respira tranquilo con este acuerdo de Quique Pina, que permite al club rojiblanco despreocuparse de parte del riesgo que tenía 'previsto' en sus cuentas de los últimos años para hacer frente a una posible sentencia desfavorable que afectara también a la entidad de Pintor Maldonado. No obstante, el Granada ya contaba con salir indemne de esta cuestión judicial. De hecho, el club llegó a reservar al final de la temporada 2019/2020 algo más de tres millones de euros, ante el riesgo de que este expediente abierto contra Pina pudiera afectar al club rojiblanco, según se recoge en las cuentas de dicho curso deportivo, pero al final del curso siguiente ya 'liberó' esa cantidad al entender que era poco probable que tuviera que acabar pagando, como así se ha confirmado ahora.

En paralelo, la pieza principal de la operación 'Líbero' continúa pendiente. Este acuerdo forma parte de una de las piezas judiciales que se desgajaron de la causa principal. La sala de lo Penal de la Audiencia Nacional levantó el sobreseimiento del caso en octubre de 2022 tras recurrir la Abogacía del Estado y la Fiscalía el archivo de la misma. En ella no se valora ya el presunto blanqueo de capitales como empresario, pero sí las operaciones que ejecutó para el movimiento de jugadores a través de fichajes.