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Las necesidades que el Camp Nou deja al desnudo
La resaca ·
El Granada se plantará en el Sánchez Pizjuán sin Germán ni Carlos Fernández, claves en puestos que quieren reforzarse en el mercadoSecciones
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El Granada se plantará en el Sánchez Pizjuán sin Germán ni Carlos Fernández, claves en puestos que quieren reforzarse en el mercadoSalir imbatido del Camp Nou con Leo Messi sobre el terreno de juego es una misión casi imposible para cualquier equipo de fútbol. Más todavía para un modesto como el Granada, que consiguió mantener a raya a los culés durante 75 minutos. Sólo la expulsión ... de Germán Sánchez consiguió denivelar un partido en el que los nazaríes completaron un magistral ejercicio defensivo, reduciendo a la mínima expresión el caudal ofensivo de su rival hasta los confines del área, obligados a chutar en la distancia. El enorme esfuerzo del equipo granadino acabó frustrado por una polémica decisión del colegiado Valentín Pizarro Gómez.
El árbitro madrileño consideró que las dos únicas faltas que Germán cometió en todo el partido tuvieron un carácter «temerario». La primera, a la hora, fue un pisotón sobre Arturo Vidal, que acabó el partido con la asistencia decisiva y sin amonestación. La segunda, apenas diez minutos después, sobre Leo Messi al darse la vuelta tras recibir en 3/4 de campo, todavía lejos de la zona de peligro. El gaditano lo trabó con una zancadilla sin violencia, fuera de su zona natural; una falta como cualquier otra, sin mayor trascendencia que la que Pizarro Gómez quiso darle. El madrileño quiso amonestar en un principio a Gonalons, quien, inocente, se encogió de brazos. Fue entonces cuando Rakitic, Sergi Roberto y Ansu Fati se percataron del autor de la infracción y rodearon al trencilla con aspavientos y señalando a Germán. El Granada se quedaba así con uno menos, algo que todavía no le había pasado esta temporada, pagando un precio muy alto más allá del propio partido, hasta entonces con empate en el marcador.
«Orgulloso de este equipo que compitió hasta donde pudo o hasta donde le dejaron», publicó ayer en sus redes sociales el central, que sufrió la primera tarjeta roja de su carrera profesional. Una frustración que también reflejó el propio Diego Martínez en rueda de prensa, donde, de buen humor por el gran trabajo de los suyos, admitió que lo que más le dolía era «la expulsión tan rigurosa». Aunque el Granada presentará recurso para salvar al gaditano, parece complicado que el Comité de Competición rectifique a Pizarro Gómez. El entrenador rojiblanco lo sabe y por eso ya dio por asumida la baja del zaguero en el Sánchez Pizjuán en el próximo compromiso liguero, ya que la expulsión no afecta al partido intersemanal de Copa del Rey en Badalona mañana.
Salvo que prosperen las alegaciones de los nazaríes, será José Antonio Martínez quien juegue junto a Domingos Duarte en Sevilla. El portugués podrá tener descanso mañana para que sea Germán, impedido para el sábado, quien actúe junto al onubense, que ya calienta motores para regresar a un campo en el que llegó a competir como local en el filial hispalense. En el Camp Nou, donde rápidamente fue reclamado por Diego Martínez para paliar la expulsión del barbudo, apenas pudo ejercer de testigo excepcional del gol de Messi.
Además de Germán, también faltará en el Sánchez Pizjuán el delantero Carlos Fernández. El sevillano aprovechó que allí no puede jugar por contrato, por la famosa 'cláusula del miedo', para ver la quinta cartulina amarilla en lo que va de curso y cumplir ciclo. La provocó a través de unas airadas protestas a Pizarro Gómez que probablemente le brotaran de forma natural. Su baja deja a Roberto Soldado como único ariete disponible para enfrentarse al Sevilla, quién sabe si acompañado por Antonio Puertas. Ambos fueron suplentes en el Camp Nou y pueden ser titulares mañana en Badalona. El '9', además, se quedó por primera vez en la temporada sin minutos tras haber sido convocado. Sólo se ha perdido el choque ante la Real Sociedad por ciclo de amonestaciones.
El fútbol, siempre caprichoso, vuelve a colocar al Granada entre la espada y la pared esta semana. Tres partidos en seis días son siempre demasiados para un conjunto con tantas limitaciones presupuestarias, más todavía cuando la enfermería del equipo acoge en las últimas semanas hasta cinco hombres, de los que siguen cuatro –Neyder Lozano, Quini, Fede Vico y Ángel Montoro–. Las bajas de Germán Sánchez y Carlos Fernández coinciden además con las necesidades subrayadas por Diego Martínez de cara a este mercado invernal una vez satisfecho el fichaje de Foulquier: un central y un delantero. La petición del defensor, deseado Vallejo, viene justificada por circunstancias como las que los rojiblancos afrontarán estos días.
Los hechos parecen empeñados en legitimar los argumentos de Diego Martínez. El duelo en el Camp Nou demostró que la vuelta de Dimitri Foulquier ha sido un acierto. Una gripe, a la que los futbolistas también están expuestos más allá de los videojuegos, dejó fuera de juego a Carlos Neva. En lugar de apostar por Ismail Köybasi o Álex Martínez como reemplazos naturales, el gallego optó por la fiabilidad defensiva y el portentoso físico del francés aun a pierna cambiado. Se las tuvo tiesas con el irreverente Ansu Fati y terminó ganándole la partida, no sin sufrimiento. Su entrenador se lo reconoció.
La inferioridad numérica del Granada en los veinte últimos minutos amplió la ya de por sí abismal distancia entre ambas plantillas. Sergio Busquets superó con 142 combinaciones el total de los nazaríes (130) y Riqui Puig, en apenas 19 minutos, tocó más que cualquier granadinista (39 balones). El FC Barcelona acabó el partido con 1.005 pases, aunque apenas 203 fuesen hacia adelante. Esa fue la guerra que le plantearon los rojiblancos, que lucharon con sus armas y con la única pega del acierto en los contragolpes que comandaron Darwin Machís y Carlos Fernández sobre todo. Apenas la llegada de Eteki llevó peligro real, aunque sólo la madera evitó que el Granada se adelantase en el marcador.
Más allá de la derrota y el enfado por la expulsión de Germán, la visita al Camp Nou dejó buenas noticias para los de Diego Martínez. Para empezar, el magnífico trabajo realizado para contener a uno de los mejores equipos del mundo con el futbolista más abrumador en lo que va de siglo al frente y en plenas condiciones. Para seguir, por ejemplo, la recuperación de Yangel Herrera. El venezolano parece haber dejado atrás al fin las molestias musculares que lo tenían apartado desde la visita copera a Hospitalet. Entró a los diez minutos de la segunda mitad por Ramón Azeez para reforzar a Gonalons y Eteki. Trató de imprimir intensidad cuando los de blanco adelantaron su presión.
Un regreso anhelado que deja el centro del campo completo a falta de la vuelta de Ángel Montoro, que se espera para febrero. Restablecido Yangel, Diego Martínez dispone de cuatro opciones para oxigenar la medular en Badalona y Sevilla. Un margen que no posee para confeccionar la zaga o apuntalar el ataque, de ahí que se mantenga en sus trece en cuanto a sus peticiones invernales. Un central y un delantero, los refuerzos que echará en falta en sus dos próximas salidas. El Granada resiste sobre el alambre, con 27 puntos en Liga y el desafío de clasificarse para los octavos de final en Copa, aunque tenga que sobreponerse una vez más al césped artificial.
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