Miguel Ángel Brau toca el balón durante el calentamiento rodeado de varios compañeros del primer equipo del Granada. Ariel C. Rojas
Burgos - Granada | La previa

La ilusión de Brau en un debut complejo

El Granada de Escribá se estrena en Burgos con la obligación de remediar la baja de Neva con Brau, en su primera titularidad con el primer equipo

Rafael Lamelas

Granada

Sábado, 28 de septiembre 2024, 23:56

Se estrena Fran Escribá al frente del Granada y probablemente debutará como titular Miguel Ángel Brau en Burgos, dos maneras distintas de experimentar la ilusión ... a distintas edades. Para el entrenador ha llegado de inmediato la oportunidad de plasmar su credo en un equipo renqueante, unido a un club necesitado de recobrar la ambición, que le puede dar un impulso a su carrera. Para el jugador, de 22 años, formado en el Recreativo Granada, es un premio a un esfuerzo denodado, 16 meses después de una grave lesión que frenó su trayectoria, pero de la que no solo se ha recuperado, sino que le sirvió para convencerse más que nunca de su deseo de ser profesional. Ahora, precisamente por la desgracia de un compañero, Carlos Neva, le llega la ocasión de iniciar un partido con el primer equipo.

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A finales de abril de 2023, mientras estaba cedido en el Talavera, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Volvió al filial, continuó con su recuperación y tardó diez meses en volver a competir, en Murcia, su tierra de nacimiento. Nieto, hijo y sobrino de futbolistas, Brau no solo fortaleció su articulación, sino que supo fijar la mente en el objetivo último, volver a vestirse de corto para ofrecer su mejor versión. Jugó desde entonces todos los partidos. Germán Crespo, su técnico, que tenía a Oscar, Pablo Sáenz, Rodelas o Faye, también recurrentes con los 'mayores' ahora, siempre insistió en que Brau podría tener su sitio en el Granada. En pretemporada quedó claro que sería el suplente de Neva y la lesión del capitán le abre las puertas del once inicial, con permiso de Escribá.

Al entorno nazarí le gusta la serenidad del valenciano en las ruedas de prensa, aunque todo suele sonar a música celestial hasta que afloran los prejuicios o cae como una losa el peso de las derrotas. Escribá buscará navegar en la estabilidad y cierta comprensión para dejar que sus nociones calen. Pase lo que pase, estas dos jornadas seguidas lo hará lejos de Los Cármenes, sin el calor del público, pero con la salvedad de que cualquier conquista sabrá a gloria bajo la fórmula que sea. El Plantío requiere máxima concentración.

Si el preparador es leal a su 4-4-2, lo normal es que lo de los carrileros se acabe y la composición en bandas sea más homogénea. En la derecha es presumible que sigan, a otras alturas, Ricard Sánchez y Tsitaishvili. En la izquierda puede haber dos novedades. Además de la presencia de Brau, es probable que Józwiak sea el extremo zurdo. El polaco partía con un cartel relevante tras dejar muestras de calidad en Primera, pero unos problemas físicos y la irrupción de Reinier le desplazaron del tablero.

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Con Rubio recuperado, la formación defensiva parece estable con una línea de cuatro, a la que se agregaría Loïc Williams si es que Escribá no gira hacia Ignasi Miquel, también sano. Sí están más abiertas otras tres posiciones del campo.

Empezando por arriba, el compañero de Myrto Uzuni. Es a su lado donde puede aparecer ahora Reinier, en el puesto donde lució en Brasil antes de aterrizar en Europa. Siguiendo por el centro, lo normal es que Hongla sea el pivote defensivo, lo que dejaría una plaza entre Gonzalo Villar, Manu Trigueros y Sergio Ruiz, aunque Escribá dejó abierta la posibilidad de incluir un tercer volante. Bajando a la portería, el dilema que ya tuvo Abascal entre Mariño y Marc, a la espera que Luca se restablezca. Los arqueros parten de cero y el nuevo entrenador tendrá que escuchar al 'Pescao' Fernández, quien vuelve a encargarse de la preparación como cuando estaban Rui Silva y Aarón Escandell.

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El Granada no tiene malos números a domicilio, con un triunfo en Ferrol y un empate en Elche. Todo sintonizaría mejor si en casa estuviera mostrándose poderoso. No es así; el equipo ha de eliminar las pifias para sobrevivir en la selva de LaLiga Hypermotion. Escribá lo sabe. Sus pupilos, también.

Hace ya años, a Neva le llegó su día ante los focos debido a un percance de Quini. Ahora le toca a Brau, que portó el brazalete en el Recre. Lucirlo con los grandes son palabras mayores, pero todo tiene un comienzo.

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