Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Pablo Insua alteró el guion clásico de Ipurua. Un gol del central a la salida de un córner, con el Granada en inferioridad, permitió a los rojiblancos empatar un partido que se les iba por el sumidero tras el tanto de un viejo amigo, Antonio ... Puertas, en la primera mitad y la expulsión rigurosa de Hongla en la segunda parte. Con uno menos, cuando peor parecían las cosas, el equipo de Fran Escribá tuvo serenidad suficiente para exprimir una acción a balón parado. Se marchó de Eibar con un punto en la mochila, tras fallar muchas ocasiones cuando estaba con once y convertir la aislada de la que gozó con diez.
El fútbol tiene estos códigos extraños. La ley del 'ex', que cumplió Puertas a rajatabla, y aquella de Helenio Herrera que dictaba que con uno menos a veces se jugaba mejor que con la formación completa. Sea por la atención extrema y el repliegue intenso, por el arranque de necesidad de un extra de todos al que obliga, el caso es que el Granada salió mejor parado de lo que parecía previsible cuando se encontró una muesca en contra a los quince minutos.
SD Eibar
Magunagoitia; Corpas, Arambarri (Merquelanz, m. 79), Chema, Cristian (Arrillaga, m. 74); Matheus (Sergio Álvarez, m. 41), Nolaskoain (Kento, m. 74), Toni Villa, Mada; Antonio Puertas (Alkain, m. 74) y Pascual.
1
-
1
Granada CF
Luca Zidane; Rubén Sánchez (Weissman. m. 63), Pablo Insua, Loïc Williams, Miguel Ángel Brau (Óscar, m. 77); Sergio Ruiz, Martin Hongla, Ricard Sánchez, Pablo Sáenz (Tsitaishvili, m. 63); Reinier (Manu Trigueros, m. 76) y Uzuni (Juanma Lendínez, m. 89).
GOLES: 1-0, m. 15: Antonio Puertas; 1-1, m. 82: Pablo Insua.
ÁRBITRO: Ávalos Barrera (comité catalán). Roja directa a Martin Hongla (m. 64). Amonestó al local Antonio Puertas (m. 45+3); y al visitante Pablo Insua (m. 29).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 21 de LaLiga Hypermotion, disputado en el estadio de Ipurua ante 4.140 espectadores.
Escribá se alejó de la especulación periodística y descartó la zaga de tres centrales. Apostó, no obstante, por doblar el lateral derecho, otra conjetura barajada ante las bajas en los extremos. Rubén Sánchez se quedó en su sitio natural y fue Ricard el que se liberó. Cristian le tuvo bastante controlado mientras estuvo sobre el tapete. No destelló más adelantado.
Empezó el Granada precipitado, con malas selecciones de pases. Pronto se dio cuenta de que este Eibar, menos fiero que otras veces, tenía flaquezas atrás. Uzuni tiró su primer desmarque profundo a pase de Sergio Ruiz, pero en fuera de juego.
Pablo Sáenz apareció en la orilla izquierda. Sin la velocidad y el centro de Rodelas, sí exhibió calidad en las fintas para insertarse en diagonal y asociarse con los atacantes, sobre todo con Uzuni. El albanés tuvo una opción de zurda y otra muy seguida, tras otra pérdida armera, que malogró con la derecha, tirando muy centrado, sencillo para Magunagoitia.
Noticia relacionada
Rafael Lamelas
El Eibar se asomó después con intentos de Madariaga y otro rebotado de Pascual, pero parecía bajo control. Sin embargo, en Ipurua brotan situaciones de la nada, en general a favor de los anfitriones. Matheus buscó a Toni Villa, con Antonio Puertas detrás, en posición irregular. Sin embargo, la acción, atropellada, acabó en un mal despeje de Brau que habilitó al almeriense. Hizo un control orientado ante Rubén, de espaldas a la portería, y se giró con clase para ajustar el tiro ante Luca Zidane. Pidió perdón a los rojiblancos desplazados, esperó paciente a la revisión del VAR y luego sonrió en el corro con sus compañeros.
La tónica del encuentro no varió pese a la ventaja armera. El Granada desaprovechó una aproximación a la carrera entre Ricard y Uzuni, pero parecía el albanés con las botas cambiadas. Desde luego, sin el betún que emplea en Los Cármenes.
Los nazaríes buscaron los centros laterales, a menudo cómodos para el Eibar, y era Pablo Sáenz el que asumía más responsabilidades, irregular como suele Reinier, capaz de chispazos aislados para luego desenchufarse. Tuvo una ocasión franca con la cabeza, pero Magunagoitia tapó bien.
Matheus se lesionó entre los locales y esto podía debilitar más su cuarto trasero. La sensación al descanso era de precariedad en la resolución del Granada y demasiado castigo en el sector propio. La tendencia se extendió después, con Insua a punto de batir al portero en una peinada que llegó de un córner.
La presión del Eibar aumentó y el Granada reconfiguró su zona de tres cuartos para que Sergio Ruiz, Pablo Sáenz y Reinier se alternaran en busca de generar peligro. Los armeros perdonaron en una aparición de Toni Villa, con Rubén enganchado, que salvó Luca Zidane, luego afortunado en el rechazo horrible de Corpas, que mandó el balón fuera con el marco de frente.
Uzuni siguió desarmado, un problema para los rojiblancos, que lo buscaron con insistencia. Fran Escribá concretó el 4-4-2 con Weissman arriba y Tsitaishvili apareció en la derecha para que Reinier ocupara el espacio del sustituido Pablo Sáenz y que Ricard se retrasara hasta la defensa.
No hubo apenas cocción de los cambios porque el Granada se quedó en inferioridad por una entrada de Hongla a Corpas. Pareció amarilla a ojos vista, quizás algo anaranjada, pero no roja directa, como concluyó el árbitro y no le recriminaron desde el VAR.
A Puertas le anularon un tanto al límite del fuera de juego, en el que había definido con genialidad brasileña, bicicleta incluida. Estaba el Granada desangrándose, pero el 1-0 le mantenía agarrado a la esperanza aún.
El Eibar emprendió una triple sustitución para no ver diezmada su energía y Escribá se abocó a una retaguardia de tres con Oscar para compensar estar con diez, metido Trigueros en el balcón de los pases detrás de Weissman y Uzuni. El albanés siguió sin llegar a una en la segunda mitad.
De repente, todo roló un córner. Ataque estático que iguala las fuerzas. Tsitaishvili a la bandera y un actor inesperado, Insua, que, en lugar de ir a rematar, dio un paso atrás y disparó con la zurda para romper los grilletes.
Llegó la duda de si aguantar o salir a por el bote. Lo cierto es que el Granada no renunció a contragolpear inicialmente, aunque, antes del alargue, Escribá retiró a Uzuni para reforzar la medular con Juanma por si no estaba claro el valor que le otorgaba al punto.
Toda ayuda fue poca a última hora para amarrar el empate y aplacar la maldición del estadio armero antes de Navidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.