En su mensaje habitual en Instagram tras los encuentros, Luca Zidane festejó la victoria del Granada ante su afición y añadió una frase simbólica: «Vuelta a Ipurua, un partido muy especial para mí». Para el francés, el del Eibar no es un campo maldito, como ... sucede para el club rojiblanco, sino el lugar donde se consolidó como guardameta, tras varias experiencias previas algo aciagas.
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El Eibar le incorporó en el mercado de verano de la temporada 22/23, en sus últimos días. «Tardó en entrar en el equipo», recuerda Letizia Gómez, periodista que cubre la información del club armero en el Diario Vasco. En concreto, accedió a la titularidad en la jornada 12 y ya no soltó el puesto hasta acabar la campaña.
«Rindió a un gran nivel, a pesar de que algún compañero me dijo que cómo había fichado el Eibar un portero tan malo. Su principal dificultad estaba en los balones aéreos, en los que a veces no calculaba bien, pero destacaba en el uno contra uno y, sobre todo, era un jugador de campo más a la hora de sacar el balón. En este fútbol moderno, esto es algo fundamental», argumenta Gómez.
El Eibar disputó el 'play off' de ascenso, pero cayó derrotado frente al Alavés, a la postre el equipo que logró el salto a Primera división por la vía de las eliminatorias.
El conjunto armero arrancó el curso 23/24 con la expectativa de intentarlo de nuevo, ya con Joseba Etxeberria, actual entrenador, en el banquillo. Luca lo disputó absolutamente todo, lo que ya subrayó su nombre entre los mejores cancerberos de la categoría. Sin embargo, en la promoción se volvió a estrellar en la primera eliminatoria, con el Real Oviedo.
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«Hizo paradas antológicas», resalta Gómez, que incide en un gesto que tuvo el galo hacia el Eibar: «En marzo, a pesar de que sabía que se podría marchar en verano, renovó hasta 2026 para dejar algo de dinero al club». 500.000 euros fue el valor de la cláusula de rescisión que pagó el Granada, una cifra contenida al seguir el Eibar en Segunda.
«Estaba muy integrado. Tiene un carácter reservado, pero es educado al mismo tiempo», describe Gómez. «Su padre venía junto a su madre a verle, incluso en días en los que el Real Madrid jugaba partidos importantes», rescata sobre su progenitor, Zinedine Zidane.
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Antonio Puertas no será el único exrojiblanco que espere al Granada en Ipurua. También lo hará Cristian Gutiérrez, extremo zurdo reclutado para el Juvenil A procedente del Marbella en 2018 sin gozar de oportunidad después con el primer equipo. Sí fue convocado aun sin minutos por Robert Moreno para la visita copera al Laguna en la que debutó Bryan Zaragoza. Cedido al Atzeneta durante su última temporada de contrato, terminó encontrando acomodo en el Atlético Malagueño que luego le abrió la puerta del Málaga que bajó a 1ª RFEF. Convertido por Pepe Mel en lateral izquierdo, el Eibar pagó medio millón por él hace dos veranos y desde entonces viene teniendo un protagonismo irregular. Brindó seis asistencias la temporada pasada y en esta lleva ya dos, tras la que le dio a Madariaga contra el Zaragoza. Tanto él como Puertas querrán reivindicarse con el Granada, cada uno por razones distintas.
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