Consolidar sensaciones

El equipo no ha sido capaz de dar continuidad a una secuencia de dos victorias consecutivas desde aquel maravilloso mes de octubre, justo tras la llegada de Escribá. Racing de Santander, Elche, Almería, incluso el propio Mirandés, contendiente de esta semana, relanzaron su posición en la tabla encaramándose en lo más alto de la misma gracias a la capacidad de estirar al máximo sus dinámicas positivas.

Encadenar tres victorias, incluso cuatro, como consiguieron los rivales anteriormente mencionados o el propio Granada allá por inicios de octubre, supondría un golpe de autoridad. De hecho, era tal la deriva del equipo que las dos victorias consecutivas han sido insuficientes para, ni tan siquiera, conseguir acceder a puestos de liguilla de ascenso.

Se dan los alicientes necesarios: rival directo, partido en casa, un apetecible horario de sobremesa, con una previsión meteorológica que invitará a acompañar a un equipo que necesita ese empujón de la grada. Ha llegado la posibilidad de limpiar, en la medida de lo posible, todo lo ensuciado en lo que va de campaña. El fútbol le ha vuelto a dar al Granada una oportunidad de engancharse al vagón delantero y puede que sea la última, de ahí la trascendental importancia de este choque.

Por cierto, como ya hiciera Isma Ruiz en su visita con el Córdoba, otro excanterano granadinista y granadino como Adri Butzke, reciente fichaje tras su paso por la Primera portuguesa, visitará el feudo donde debutó en Primera. Ejemplos ambos de que el producto generado en casa, en ocasiones, triunfa fuera quizá por la impaciencia que tenemos con los nuestros. Reflexionemos pues.