Jorge Molina, sobre su salida: «No entendí el paripé de hacerme esperar una semana»

«Los dos años -por este verano y el que siguió a la lesión que le causó la retirada el anterior- se hicieron las cosas muy, muy mal. No es por ser un jugador más o menos importante; es simplemente una cuestión de respeto a las personas. Entiendo las decisiones, pero no comparto las formas», expuso Jorge Molina, que quiso anunciar su adiós por cuenta propia al no hacer el club «ningún comunicado oficial». «Era lo mínimo que se podía esperar, pero bueno, no me sorprende», se resignó.

Jorge Molina relató cómo a mitad de sus vacaciones habló con el Granada y desde el club se le dijo que su situación «no iba a cambiar». Sin embargo, sí que lo hizo. «Tres días antes de empezar la pretemporada me llamó Matteo (Tognozzi) y me dijo que quería que tuviera una reunión con el míster el día de antes para que fuera él quien tomara la decisión dándole esa libertad. Estuve totalmente de acuerdo y me pareció perfecto. Nos reunimos y hablamos bastante y me dijo que de momento no fuera al día siguiente pero que la pretemporada era larga y que tenía que tomar la decisión en dos días como mucho, pero fue pasando la semana y no llegaba y yo pensaba incorporarme», admitió.

«Al final decidí llamar yo a Guille Abascal, que no me lo pudo coger, y Matteo me contestó que me llamarían al día siguiente y el místter me contesta por la noche que el viernes por la mañana después de entrenar me llamaba sin falta. Llegó el viernes, y tampoco. Hasta que ya el sábado, a las diez y cuarto de la noche, me llamó Matteo para decirme que la propiedad había considerado que no debo continuar y ya está», concluyó Jorge Molina, que más tarde se refiere a la misma como a «un ente ahí que nadie sabe quién es concretamente, como una manera de lavarse las manos».

Preguntado durante la presentación de Loïc Williams al respecto del comunicado de despedida de Jorge Molina en sus redes sociales días atrás, el director deportivo del Granada, Matteo Tognozzi, se limitó a mandarle «un gran abrazo» y referirse al suyo como a un «asunto cerrado».