
Un ridículo colosal
La otra mirada ·
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La otra mirada ·
El técnico está atrapado en una lluvia de elogios excesiva para sus méritos actuales y quizás debería hacer un examen de concienciaNo por conocida y repetida la historia deja de ser cruel. Este Granada endeble y generoso con los rivales camina con paso firme a repetir ... un año más en Segunda, hacia un desastre de imprevisibles consecuencias, porque ha entrado en una espiral negativa –tres jornadas sin ganar y tres puntos de nueve–, tras suicidarse en su partido ante el Zaragoza. El Granada está atravesando un periodo de crisis. Crisis de resultados ante enemigos pequeños y grandes. Crisis de identidad, porque no sabe lo que quiere y un día sale a jugar a una cosa y al siguiente, a la contraria. Crisis de futbolistas, porque muchos de ellos están por debajo de su nivel y en este saco cabrían casi todos. Crisis táctica, porque ha perdido el modelo que le había hecho encadenar triunfos, controlar los partidos y mejorar las sensaciones para acabar extraviado. Crisis del técnico, porque donde antes encontraba soluciones, ahora provoca problemas. Crisis de lesiones y expulsiones en jugadores vitales, argumento de peso para atenuar el grado de la depresión. Crisis de confianza y crisis de juego. Para este Granada 'nuevo', nadie con dos dedos de frente ha exigido fútbol espectáculo y para atajar cuanto antes esta situación de aprieto hay que buscar soluciones rápidas porque si persisten en el tiempo pondrán en riesgo la promoción de ascenso. Si esto no es una crisis, se le parece mucho. No tanto por la situación clasificatoria, sino por la caída sufrida por un Granada que se ha acostumbrado a dejar escapar puntos de Los Cármenes. Lo peor, sin duda, es la sensación que transmite de equipo superado, débil y vacío. Los rojiblancos volvieron a sucumbir y echaron a perder otra oportunidad para dar ese golpe de autoridad. Lo de antes del final del partido ante el conjunto maño fue un espanto. Un ridículo colosal.
El técnico Fran Escribá está atrapado en una lluvia de elogios excesiva para sus méritos actuales y quizás debería hacer un examen de conciencia y reconocer que su labor tampoco está siendo brillante. Ante un Zaragoza muy débil, el valenciano fue mucho más lejos para solventar la ausencia de un lateral izquierdo al condicionar toda la alineación a ese detalle. En el laboratorio de la improvisación construyó una zaga con tres centrales. La pregunta desde hace varias jornadas es a qué juega el Granada. Debería añadirse otro interrogante de gravedad: ¿a qué juega Fran Escribá?
El Granada afronta un exigente partido en Córdoba. En el estadio del Arcángel se medirá a un rival que ha reaccionado en las últimas jornadas con dos victorias consecutivas. El conjunto granadino supera ahora por cuatro puntos al cuadro cordobés y un triunfo le permite seguir cerca de los puestos de promoción de ascenso. En todo caso y sea cual sea el color del cristal por el que se mire, el partido ante el Córdoba exige de una reacción por parte de este anodino y gris Granada, que solo sacó algo de color en Huesca. Por tanto, el encuentro de esta tarde es una prueba para ver si el equipo puede tener mucho mejor faz.
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