Karanka al ancla

También Aitor Karanka poseía detractores entre la afición; algunos, aún heridos por el fatal desenlace del ejercicio anterior, le culpaban de la derrota contra el Espanyol. No todo el mundo creía que fuese el líder que el equipo necesitaba para iniciar su camino de vuelta hacia la élite. El vasco, lejos de cualquier grandilocuencia, procura mostrarse tal y como es, bajo la normalidad de un mero hombre de fútbol. Las tres primeras jornadas del campeonato le han sonreído con un expediente intachable y la euforia toma la grada. Y sin embargo, Aitor Karanka echa el ancla.

Es ahora, precisamente ahora, cuando se demuestra el valor que puede tener la personalidad de Aitor Karanka al frente de este equipo. La misma tranquilidad con la que el curso pasado trató de aplacar la ansiedad que paralizaba a sus futbolistas le vale ahora para mantenerles tanto a ellos como a los aficionados con los pies en el suelo. La dirección del club –algo que le incluye, por su implicación en cada decisión– hizo los deberes en el mercado de fichajes para confeccionar una plantilla que de tan competitiva al menos sobre el papel puede pasar por una de Primera división, y ahora le toca a él ponerla a competir también sobre el césped. Sin más.

Aitor Karanka no siguió al frente del Granada para ganar las tres primeras jornadas. Quizás, ni tan siquiera solo para ascender. Sabe que 42 jornadas son muchas y que será difícil, pero su proyecto es a largo plazo.