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Aitor Karanka, sentado en su banquillo en Ipurua antes de empezar el partido. LALIGA
Karanka en desventaja
Granada CF

Karanka en desventaja

Análisis ·

El inmovilismo táctico reconocido por el entrenador queda en evidencia cuando su equipo se ve abajo en el marcador, incapaz de remontar también en su segunda derrota consecutiva del curso

Martes, 13 de septiembre 2022

Pasaban los minutos ya durante la segunda parte en Ipurua y el Granada permanecía inofensivo, errático y acosado por las embestidas del Eibar, que mandaba en el marcador. Sus mejores minutos en el partido habían quedado muy atrás, antes incluso del primer gol de su rival, y parecía que el segundo podía caer en cualquier momento. Sin embargo, Aitor Karanka no introdujo una primera sustitución hasta verse obligado cuando a la hora de juego Jonathan Silva pidió el cambio. Su relevo fue natural con Quini, de hombre por hombre, y la ventana se consumió sin más variaciones. Las siguientes se harían ya tras el tercero, con Perea y Bryan para ocupar las mismas plazas de Puertas y Uzuni, y aún permanecería sin utilizar una tercera oportunidad para gastar hasta dos balas más con futbolistas como Meseguer, Sergio Ruiz o Arezo –que supusieron desembolsos millonarios– e incluso Rochina en el banquillo.

El entrenador apuntó hacia la actitud de sus futbolistas en la derrota en Andorra, pero quien acabó señalado tras la de Eibar fue él. El inmovilismo viene caracterizando a Karanka desde que dirige al Granada tanto en sus apuestas de inicio, aferrado al irrenunciable sistema 4-2-3-1, como en sus intervenciones tácticas durante los partidos, tardías e intrascendentes. De hecho, de las cuatro veces que el equipo se vino abajo en el marcador en los once encuentros en los que el vasco ha estado al frente entre esta temporada y la pasada, únicamente fue capaz de rascar un punto ante el Celta en Los Cármenes. El resto de ocasiones en las que empezó perdiendo terminó perdiendo.

Entonces, y tras el recambio obligado de Montoro para que entrase Machís dándole la mediapunta a Collado, agotó las sustituciones para terminar con Jorge Molina y Arezo en ataque. El gol del empate fue casi un accidente. Tampoco tocó mucho más a su equipo en su única derrota del ejercicio anterior, en el Benito Villamarín ante el Betis en la penúltima jornada. Aunque Juanmi abrió el marcador al cuarto de hora, el primer relevo volvió a ser prácticamente obligado al sentar al ya tocado Luis Milla para que entrase Petrovic a los sesenta minutos. A falta de diez metió a Arezo y Eteki por Gonalons y Jorge Molina y justo antes del segundo gol bético introdujo a Soro como lateral zurdo por Arias, fundido.

Aunque no implicase una derrota como tal pero sí el mayor de los fracasos, esa falta de intervencionismo también sobrevoló la tarde del descenso ante el Espanyol. La lesión de Milla a la media hora forzó la entrada de Eteki y nada más empezar la segunda mitad, y con el runrún de fondo ya en Los Cármenes, Karanka sí tomó una decisión drástica al sentar a Luis Suárez por Uzuni. Sin embargo, ya no ejecutó ninguna sustitución más hasta el minuto 85, cuando entraron Bacca, Gonalons y Germán, como delantero al modo 'Alexanco', por Petrovic, Collado y el propio Eteki que había sido el primer ingreso.

Algunos de esos fantasmas volvieron a reproducirse en la derrota de Andorra. Iván Gil aprovechó la empanada colectiva del equipo e individual de Ricard Sánchez para adelantar a su equipo a los cinco minutos y ya no hubo manera de darle la vuelta al partido, más por falta de puntería que por actitud aunque Karanka aludiera luego a esta al abrazar la «cura de humildad». Allí, nuevamente a la hora de juego metió a Perea y Jonathan Silva por Arezo y Quini y poco después Uzuni dejó su sitio a Jorge Molina. No tardó en lesionarse Ignasi Miquel y Rochina, que entró por Callejón, acompañó a Cabaco en su entrada.

«No es la primera vez que me dicen que hago tarde los cambios», admitió Aitor Karanka tras la victoria contra el Villarreal B, bajo un clima favorable. «Pienso en muchas cosas para hacer un cambio y no quiero cometer errores que sin duda algún día cometeré, pero prefiero esperar más hasta estar seguro de que hago lo correcto», compartió el entrenador. Es en las derrotas, no obstante, cuando ese inmovilismo reconocido queda en evidencia.

Declaraciones llamativas

Aunque Aitor Karanka no suele protagonizar declaraciones altisonantes, volvió a sorprender su comparecencia tras la derrota en Eibar al igual que en Andorra. Calificó al suyo como a un «equipo en construcción» para subrayar, sin que le faltase razón, que sus dos últimos rivales presentaban proyectos continuístas sobre la campaña anterior al contrario que el suyo. Además, aludió a los retrasos en pretemporada como complicaciones que arrastra en este arranque pese a las tres primeras victorias –«Demasiado bien estábamos», dijo– y lamentó las lesiones de los dos mediapuntas con los que cuenta, Melendo y Soro, como si no considerase como tal a Rochina o incluso a Perea en una muestra más de su fijación por este sistema, sin plan 'B'.

Karanka también compartió su enfado por encajar dos goles a balón parado en jugadas que preparó. En el de Matheus, Puertas perdió la marca en la frontal. En el de Tejero, Uzuni se vio desbordado y Jorge Molina, que cubría el primer palo, acudió tarde mientras Puertas se pegaba –esta vez sí– a Matheus. Concesiones que se acabaron pagando. Es muy pronto aún, pero urge ganar al Mirandés.

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