Tenía decidido dejar el fútbol. Dos lesiones musculares consecutivas provocaron que el ilusionante salto del granadino Fran Hernández de Tercera a Primera RFEF con el Eldense acabase en pesadilla, al punto de tener que apartarse de aquello que le hacía feliz con solo 28 años. ... Lejos, muy lejos, quedaban los sueños de aquel niño criado en Almanjáyar. Fue en aquel momento, sin embargo, cuando recibió la llamada del portero Dani Pérez, excompañero en el Grama catalán, para proponerle lo último que habría imaginado: jugar en la Kings League de Gerard Piqué.
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José Ignacio Cejudo
«Decidí probar y, por suerte, todo está saliendo bien», comparte Fran Hernández con IDEAL desde Barcelona, donde se desarrolla la competición y se ha quedado a vivir de momento. Es el jugador número 11 del Aniquiladores, el equipo que preside el 'streamer' latinoamericano Juan Guarnizo 'Eljuaniquilador'. «Me pidió un vídeo con jugadas porque obviamente no me conocía y sin pensarlo decidió ficharme. Ser el único que tiene contrato supone una responsabilidad y una presión añadida porque al cobrar algo más que los demás tengo que dar la cara. Espero que esté contento conmigo, la verdad, y creo que lo está porque hace poco renové tres meses más», celebra.
Con cinco goles en cinco partidos, varios de ellos con lanzamientos potentísimos y un buen puñado de acciones espectaculares como una rabona que se viralizó, Fran Hernández se ha convertido en una de las estrellas de la Kings League. «No me esperaba nada de esto, nunca imaginé que pasaría algo así. Por mi manera de jugar me viene muy bien esta competición, porque me gusta tener la pelota y regatear. Disfrutar para que la gente disfrute. Me viene como anillo al dedo», expresa el granadino, que siempre jugó como mediocentro, como '8', aunque ahora abarca todo el reducido campo del Cupra Arena donde compite y entrena martes y jueves. «Hace falta estar bien físicamente porque el ritmo es bastante alto. La pelota pasa de estar en un área a la otra en un momento», esgrime.
Como todos, el granadino sueña con jugar la 'final four' de marzo en el Camp Nou. «Es la única meta que me marco: jugar allí ante toda la gente que se espera. Llevamos tres victorias y tres derrotas y quedan cinco jornadas; vamos a hacer todo lo que podamos, porque sería un sueño», expresa.
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«Cuando eres feliz y disfrutas, todo es más fácil», suspira Fran Hernández. Hasta la oportunidad de la Kings League, solamente había jugado ocho minutos en seis meses con el Eldense, en Primera RFEF, club que confió en él en verano pese a venir de Tercera RFEF por su anterior etapa en el club dos años atrás. Tuvo como entrenador al granadino Fernando Estévez. «No tuve suerte. En el primer entrenamiento me rompí el cuádriceps y al volver, el sóleo. No estaba muy bien anímicamente y el equipo estaba ganando por la calidad espectacular que tiene. Era perfectamente lógico que no cambiase nada», asimila.
De ahí, a querer dejar el fútbol. «Veía todo tan negro que tenía que tomar decisiones y desconectar porque no estaba preparado para volver a competir aunque tenía ofertas de Segunda y Tercera RFEF. No me veía con la capacidad de reengancharme al profesionalismo», admite Fran Hernández. Fue cuando irrumpió la Kings League: «Decidí aceptar por diversión, por pasarlo bien. Implicaba competición, en cierta parte, y creí que me vendría bien para luego volver al fútbol tradicional la temporada que viene. De momento y ojalá siga así, las lesiones me están respetando y estoy disfrutando muchísimo».
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Lo que más le está llenando de la experiencia son las muestras de cariño que le llegan. «Recibo muchos mensajes bonitos de Argentina, México o Chile. Es lo que más me está sorprendiendo: la repercusión de la competición y la cantidad de personas que nos ven. La Kings League no puede competir con ligas profesionales porque no tiene nada que ver el juego, pero es muy entretenida. Quiero que me conozcan porque me gustaría probar a jugar en otros países», reconoce el granadino, al que aún no le ha llegado ninguna propuesta en firme. Ni falta que le hace, porque ahora se limita a ser feliz en el día a día: «Tengo a todos mis amigos pendientes, y hasta me piden fotos por la calle».
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