El lateral izquierdo Adrián Marín cierra un austero mercado de invierno en el Granada

Marín, como sucede de alguna manera con Quina, responde a ese perfil de joven venido a menos en los últimos tiempos. En su caso, por tres temporadas en el Alavés en las que apenas ha encontrado continuidad, siempre a la sombra de Duarte y ahora también del joven canterano local Javi López. Se formó en las categorías inferiores del Villarreal y fue internacional con España hasta la categoría sub 21. Tras un paso intermedio por el Leganés, Marín llegó al norte de España, pero nunca ha llegado ser importante en Vitoria.

Ahora se le abre una oportunidad de oro en un Granada que deseaba tener una alternativa razonable a Carlos Neva –al que se asemeja–, más acusada tras la lesión de Quini. Como ocurre con Quina, son incorporaciones para Liga y Copa –el club se queda con 24 licencias–, pues en principio ninguno será inscrito en la Europa League, en la que el cupo es de 21 futbolistas y está ya copado –ni siquiera están Quini y Fede Vico en esa lista–.

Marín llegará hoy a Granada para pasar el reconocimiento médico y sumarse a los entrenamientos. En una situación más confusa se encuentra Quina, que permanece en Inglaterra y no pudo volar ayer, a la espera de obtener un certificado de la autoridad sanitaria para hacerlo. Ha superado la prueba PCR y presentado su contrato de trabajo, pero la burocracia en Reino Unido se complica ante la virulencia de la pandemia. En principio, el Granada espera que salga de aquel país esta misma tarde, aunque podría sufrir nuevos retrasos.

En el capítulo de salidas, Ramón Azeez recaló finalmente en el Cartagena. Sus representantes apuraron la opción de que se fuera al Elche, en Primera, pero finalmente las negociaciones se truncaron y su destino estará en tierras murcianas. El nigeriano se irá cedido sin opción de compra. El Granada se hará cargo de una pequeña parte de su salario, que había complicado su salida desde el momento que la propuso, justo antes de que el equipo jugara en Málaga.