Laura Pérez dispara a portería sin saber que en ese balón a la escuadra iban los méritos de 90 minutos de pura superioridad. J. M. BALDOMERO
Femenino

Laura Pérez hizo justicia

liga reto ·

El Granada supera al Cacereño, líder que no demostró nada más allá de una excelente ejecución del fuera de juego, con un soberbio gol en el 90

Domingo, 5 de diciembre 2021, 14:12

El Granada venció al Cacereño en la Ciudad Deportiva tras un partido en el que demostró ser bastante mejor que el líder. Las verdes, que habían apostado por un juego atractivocon balón, no disfrutaron de este ni un minuto del juego gracias al incansable trabajo ... en la presión de las rojiblancas. Las de Lamesa retomaron la competición donde la dejaron, con un acierto en defensa brutal y una facilidad esperanzadora para generar juego.

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A eso se agarraron las nazaríes que, no obstante, no pudieron transformar esa exagerada superioridad hasta que Laura Pérez se inventó un golazo en el 90. Un balón lejano a la escuadra que fue la única forma de desactivar la genuina trampa del fuera de juego visitante.

GRANADA CF

Andrea Romero, Alba Pérez (Nerea Agüero, m. 63), Cristina Moreno, Postigo, Carol, Alicia, Pamela, Laura Pérez, Lauri, Raquel y Mascaró (Noe, m.85).

1

-

0

CP CACEREÑO

Delia, Midori, Polvillo, Elena Redondo, Mara (Puerto, m. 60), Marina (Nerea, m.60), Akari, Angie, Gabi, Cristi Medina (Bárbara Santibáñez, m. 70) y Manoly.

  • GOLES 1-0, m. 90: Laura Pérez.

  • ÁRBITRA Viciana Fernández, del colegio andaluz. Amonestó a la local Andrea Romero.

  • INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada número 11 de la Liga Reto (grupo Sur), disputada en la Ciudad Deportiva del Granada.

Las rojiblancas mantuvieron un 'once' muy reconocible, que seguía la línea afianzada durante noviembre en esa gran racha de juegos y resultados con la que remontó en la tabla. El ejemplo más palpable fue la apuesta de Lamesa por Andrea Romero. La portera granadina aprovechó la ausencia de Pi por lesión para defender con mucho acierto los intereses rojiblancos, por lo que prevaleció el ritmo de Andrea ante la inactividad de la, a priori, titular liguera.

Por lo demás, poco cambio. Nerea Agüero fue la única que se quedó en el banquillo de aquellas llamadas a ser titulares. Sin duda, una decisión tomada por el cansancio que supondría a la lateral diestra el viaje a Argentina para debutar con su selección. Alba Pérez, que salió en su lugar, cuajó un gran primer tiempo.

Porque la defensa rojiblanca borró del mapa al Cacereño. El mejor equipo de la categoría se estrelló durante una primera hora redonda del Granada, que realizó el partido soñado pero que no obtuvo premio alguno. Las nazaríes bordaron la presión, robando mucho en campo contrario y llevando a las verdes a un escenario en el que no se han visto demasiado este curso, el de la precipitación.

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Carol y Alba adelantaron su zona varios metros, con la seguridad de tener a las dos cristinas a la espalda, barriendo cualquier balón en largo y maniatando a Manoly. Si sin balón el trabajo fue magnífico, en fase ofensiva las de Lamesa no se quedaron atrás. Volvieron a ejercer de brillantes faros Pamela, Alicia y Lauri, dueñas del centro del campo cuando querían, con facilidad para lanzar contragolpes. No sabían que, mientras no lo remediaran, iban directas a la trampa del Cacereño.

Sabedoras de la precisión que tienen las rojiblancas para filtrar balones a sus atacantes, la zaga del Cacereño tiró más de diez veces a la perfección la línea de fuera de juego. Al juez de línea, milimétrico, le habría resultado más cómodo colocarse un muelle en la axila. En la primera de estas jugadas, Lauri centró a una Mascaró claramente adelantada que solamente tuvo que empujar el esférico para anotar un gol que iba a ser anulado. Era el primero de sus, ojo, ¡ocho fueras de juego durante el primer tiempo!

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Bien plantado, el Granada monopolizó el balón, acercándose con demasiada facilidad al área de Delia. Mascaró, de nuevo a la sombra de un banderín de fuera de juego levantado, superó a la portera con una vaselina que pasó por encima del larguero. De haber entrado, habría sido nuevamente anulado. Tras completar media hora de absoluta perfección, las de Lamesa vieron como el Cacereño empezaba a encontrar poco a poco su ritmo.

En una jugada muy bien hilvanada, las verdes hicieron una pared en el área y Manoly remató sola ante Andrea. El balón se marchó lamiendo el poste ante la imprecisión de la zaga rojiblanca. El susto animó al Cacereño, que lanzó varios centros sin preligro y descuidó su aseado tiro del fuera de juego en la mejor ocasió del partido. Raquel pilló desorganizada a la zaga y filtró un pase a Lauri. La capitana se marchó con facilidad de la portera y definió con la zurda, demasiado flojo. A Manoly, delantera que había replegado como un rayo, le dio tiempo a sacar el balón justo en la línea de gol.

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Tras el descanso, todo continuó igual. De hecho, lo primero que ocurrió fue un testarazo de Mascaró que lamentó más ver el banderín amarillo y naranja levantado que mandar su cabezazo muy desviado. La delantera se estaba desquiciando. Con mucha inteligencia, bajó más abajo y no actuó tanto de referencia, dejando más espacio a Lauri, que llegaba desde atrás. No obstante, seguía en el lugar equivocado en el momento justo.

Empezó el Granada perdonar demasiado a un Cacereño incómodado por la presión alta de las rojiblancas. Lauri recibió un regalo de Polvillo, que no se entendió con Delia. La portera quedó a media salida, un caramelo para la capitana, que recogió un balón botando. La mandó alta por poquito. No menos claro fue el mano a mano del que disfrutó Laura Pérez, que remató, como suele decirse, 'al muñeco'.

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El 0-0 en el marcador solo podía catalogarse de injustísimo. El Cacereño no había probado ser el líder de la categoría, sin pasar del centro del campo, mientras el Granada acumulaba toda una colección de lamentos a la que se sumaba una nueva vaselina de Raquel que volvió a volar por encima del larguero. Quedaba claro que los diez últimos minutos volverían a ser de infarto en la Ciudad Deportiva.

El Cacereño gozó de una falta preligrosísima en la frontal que Nerea, capitana verde, desaprovechó con una malísima ejecución. Las de Lamesa, que puso a Noe en el centro del campo y adelantó a Lauri, seguían explotando el juego por bandas, pero se les apagaba la luz al pisar campo contrario.

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Laura Pérez era el claro ejemplo de la precipitación y ansiedad que entró a un equipo frustrado por haber sido mucho mejor y no haber podido reflejarlo en el marcador. Y sin embargo, también acabó siendo la cara de la justicia poética. La '7' había tratado de poner centros sin suerte, amarrados todos por una atenta Delia que quizá esperaba otro envío estéril de Laura. En su lugar, con un golpeo firme pero suave, la rojiblanca elevó un balón que se fue cerrando, demasiado escorado para acabar donde acabó. El viento de los méritos hizo volar ese balón a la escuadra. Un golazo sobre la bocina -se había entrado ya en el descuento- que demostró la superioridad rojiblanca. Y liberó el grito de una de las mejores jugadoras granadinas de todos los tiempos.

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