«Perdimos el partido nosotros con nuestros errores»

Acerca de su amonestación tras finalizar el partido, el entrenador del Granada esgrimió que simplemente quería «hablar con el árbitro». «No estaba por la labor y siguió andando, y al decirle que quería preguntarle un par de cosas me sacó amarilla. Muy majo, el chico», ironizó. «Quería al menos la explicación de por qué pitó falta en ataque después del gol de Reinier, aunque no sirviera más que para desahogarme, pero no le costaba nada pararse. Me parece una actitud confundida la de este señor, y más cuando es joven y tiene mucho que mejorar», señaló.

Preguntado a continuación por la revisión de un posible penalti por mano de Giorgi Tsitaishvili aún en la primera parte, Escribá admitió su desconcierto: «No me gusta ser parcial al analizar, porque procuro quitarme la camiseta, pero ni sabía que iban a revisar esa jugada y de hecho creí que era la del chut posterior. No vi que a 'Gio' le hubiese dado el balón en el brazo, pero sí el empujón. Y le dio en el brazo por ese desequilibrio». «No creo que el Levante pueda tener mucha queja del árbitro porque a Lucas Boyé, por ejemplo, no le pitaron ni una falta a favor sino todas en contra y lo lincharon», remarcó.