![Luces y sombras en los trasvases Turia-Genil](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201911/08/media/cortadas/Imagen%20Quay%20(143767262)-kaqG-U90621463187YIF-624x385@Ideal.jpg)
![Luces y sombras en los trasvases Turia-Genil](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201911/08/media/cortadas/Imagen%20Quay%20(143767262)-kaqG-U90621463187YIF-624x385@Ideal.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fran Rodríguez
Granada
Viernes, 8 de noviembre 2019, 00:49
El regreso de Montoro y Soldado a la que fue su casa reabre el baúl de los recuerdos y una polvorienta hoja de ruta que se repitió varias veces en la última etapa que el Granada pasó en Primera. Aquel trasvase de talento joven ché ... para echar una mano a un equipo rojiblanco necesitado de piezas que aunaran la incipiente progresión con la condición de cedido.
No todos los jugadores llegaron con la juventud y el préstamo por bandera. Es destacable el caso del defensor luso Ricardo Costa, que llegó a Granada ya de vuelta, tras cuatro temporadas en Mestalla y una en el ostracismo griego y catarí. Siempre quiso quedarse en Granada después de lograr una salvación agónica, pero el proyecto de los horizontales iba en otra dirección.
También para ocupar la demarcación de zaguero central llegó el joven portugués Rubén Vezo, prestado por un Valencia en el que parecía haberse quedado sin hueco. A pesar de la juventud con la que aterrizó en la ciudad de la Alhambra (sólo tenía 22 años), Vezo ya acumulaba hasta cuatro temporadas y media en la élite, primero con el Vitória de Setúbal y luego con los valencianos. Como rojiblanco disputaría la temporada aciaga del descenso, la siguiente a su compatriota Costa, jugando un total de 18 encuentros. Su aparente buena salida de balón y poderío aéreo no consiguió reflotar un navío que se fue hundiendo. Fue en su vuelta a Mestalla cuando dio un paso adelante, jugando a buen nivel y siendo fichado tras una cesión por el Levante. Volverá a Granada con los granotas.
Ricardo Costa, que no llegó directamente del Turia, coincidió en la defensa con Salva Ruiz. Que en la misma frase se dieran la mano las palabras 'lateral', 'zurdo' y 'Paterna' aseguraba éxito. Los puñales zocatos son santo y seña de una cantera de la que han salido Jordi Alba, Bernat, José Luis Gayá o Lato entre muchos otros. Pero la de Salva Ruiz no fue una bonita historia en Granada. Jugó sólo dos partidos y fue expulsado en el primero de ellos. Aunque parecía que podría volver a Los Cármenes con la camiseta bermellona, su cesión caducó en las Islas Baleares y se encuentra en Segunda con el Deportivo.
Al hablar de talento y juventud ché llegada a Granada en condición de cedido, resalta el nombre del ahora rojillo, Robert Ibáñez. Se contaban maravillas de un chico que apuntó desde pequeño a crack. Desborde, descaro, gol, verticalidad, personalidad y esfuerzo defensivo. El filial valencianista se le quedaba enano y su primera experiencia fuera de casa fue Granada. Anotó cinco goles en 17 partidos, siendo una de las notas positivas en el 'milagro' de Sandoval. Su irrupción profesional derivó en un segundo capítulo en Granada mucho más gris. Jugó 18 partidos sin anotar un solo tanto y regresó a Valencia para entrar en un bucle de cesiones que le llevó a defender la camiseta de Leganés, Getafe y Osasuna sin llegar a vestir de nuevo de murciélago.
Algún jugador ha vivido experiencias similares en la dirección contraria, si bien casi siempre se han dado con un puente de por medio. Una de las estrellas de la era reciente del Granada, y quizá el de más éxito a posteriori, fue Guilherme Siqueira. Ganó un triplete doméstico (Liga, Copa y Copa de la Liga) con el Benfica portugués tras salir de España, pero volvió pronto para jugar en el Atlético. El ostracismo vivido con Simeone en 2015 le llevó a salir rumbo a Valencia. Estuvo un año y medio antes de caer lesionado.
Jeison Murillo también jugó como rojiblanco y ché, si bien antes pasó dos años en el Inter de Milán. Firmó un curioso doblete el pasado curso. Ganó Liga en su cesión al Barça, pero cayó paradójicamente contra 'su' Valencia en la final de Copa. La RFEF, por la primera vuelta, lo reconoce campeón de Copa del Rey. Por último, está el brasileño Andreas Pereira. Fue de los pocos convincentes en el Granada del descenso, al que llegó cedido por todo un Manchester United. Hizo cinco goles en 35 partidos. El Valencia pidió turno y lo recibió en préstamo al año siguiente. En 23 partidos como ché, convenció a los ingleses de que debía ser un 'diablo' más.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.