Machís encara a Hervías en el duelo ante el Valladolid. /BALDOMERO
Granada CF

Machís lo intenta de todas las formas pero solo logra dar un pase de gol

EL SEGUIMIENTO ·

El atacante venezolano jugó el partido entero y generó varias ocasiones de gol aunque Masip estuvo muy atento para atajar sus disparos

Antonio Navarro

GRANADA

Lunes, 23 de noviembre 2020, 00:52

Que Darwin Machís es uno de los líderes de este EuroGranada y de la selección venezolana es algo que nadie pone en duda. El futbolista de Tucupita participó en el último duelo de la 'vinotinto', saldado con victoria ante Chile, y ayer domingo –pese a ... haber entrenado con sus compañeros mucho menos de lo que sería normal en una semana sin partidos de selecciones– Diego Martínez le dio la posibilidad de estar en el once inicial del equipo rojiblanco para encarar el compromiso liguero ante el Real Valladolid.

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El '11' rojiblanco comenzó el duelo en la banda izquierda, por delante de Neva, pero con el paso de los minutos intercambió su posición con Fede Vico y se movió a la derecha para intentar sorprender a una disciplinada defensa castellano-leonesa. Aunque el de Tucupita estuvo bien vigilado no dejó de buscar el gol en todo el encuentro. Sus limitaciones de movimiento, como si este bendito deporte quisiera hacerle un guiño a la actualidad y aumentar la dificultad de los granadinos para desplazarse de una zona del mapa a otra distinta, impidieron que el de Tucupita frecuentase el área de Masip, por lo que intentó sorprender al portero nacido en Sabadell con dos disparos lejanos que el hoy guardameta del Valladolid atrapó sin demasiadas complicaciones.

Machís también quiso un cara a cara con el cancerbero rival sin nadie que le tapase ángulos de tiro. 'El cohete' venezolano robó un balón junto a la línea del centro del campo y se disponía a batirse en duelo con el citado Masip cuando escuchó sonar el silbato del árbitro. Aquel sonido le pareció una melodía demoniaca porque, a su juicio, haberse llevado el balón con ayuda de su brazo no era una acción merecedora de castigo por tener su brazo pegado al cuerpo, pero Medié Jiménez no lo entendió así e interrumpió su avance. Con el 0-1 y el 0-2 las dificultades se multiplicaron para un Granada que lleva la intensidad marcada en el ADN, pero que ha vivido tres semanas especialmente difíciles por la Covid-19, la derrota en Anoeta y la falta de casi una decena de futbolistas en sus últimos entrenamientos ya fuera por lesión o por estar citados con sus respectivas selecciones. En este contexto a Machís aún le quedaba una bala: el balón parado. Y apareció el de Tucupita para lanzar a la perfección un saque de esquina que fue rozado por Soldado, prolongado por Foulquier y convertido en el 1-2 por Domingos Duarte. Pero ese pase de gol anoche no fue suficiente.

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