Mendilibar, la clave de la supervivencia

Sin embargo, todos los que pensaron en los últimos días de este Eibar olvidaron el lema del conjunto armero. «Otro fútbol es posible», reza en cada pared de su feudo. Mientras que en otros equipos se exigiría un salto en la tabla, la masa social eibarresa sabe lo difícil que fue llegar y celebra con modestia cada día que su club pasa entre los 20 más grandes del país. De hecho, como si se hubiera levantado un trofeo se celebró la continuidad de Mendilibar. Con el técnico a bordo, las dudas del fin de ciclo se disiparon.

Sí que hubo cambios en la plantilla, sobre todo en la parte ofensiva. Con la apuesta por Kadzior se trató de cubrir la salida de De Blasis, mientras que el acierto tremendo al hacerse con la cesión de Bryan Gil ha llevado al olvido al 'Poeta' Orellana. La llegada del nipón Yoshinori Muto vino a paliar la baja de Charles, un veterano que ya era una institución en el Eibar.

También hubo renovación en el esqueleto defensivo, donde Escalante era clave batallando delante de la defensa. Se ha acudido a un gran conocedor del campeonato –y del Granada– como Recio para no perder empaque atrás, mientras que Pozo y Kevin han reforzado las alas.

Todo para que la defensa siga siendo ese bloque compacto al que cada año resulta difícil superar con uno de los mejores porteros de LaLiga: Dmitrovic –acaba contrato–. Su zaga, no obstante, resulta cambiante. Hasta siete defensas han disputado al menos ocho partidos, un dato que revela inestabilidad. Pozo se asentó en el carril diestro, pero por la izquierda ya han pasado Kevin, Arbilla, Soares e incluso Correa. En el centro, sin Ramis, brilla Burgos acompañado por Bigas u Oliveira.

El doble pivote no ha terminado de consolidar una pareja, con Recio atravesando un periodo de adaptación al exigente Mendilibar. Diop y Sergio Álvarez conforman una quebradiza sociedad a la que le faltan mimbres con balón. Algo que el '10', Edu Expósito, trata de disimular desde su mediapunta. Fue una de las revelaciones del campeonato, pero se le está atragantando la segunda campaña.

Pero si hablamos de revelaciones, hemos de detenernos para hablar de Bryan Gil. El sevillista es ya uno de los extremos más productivos de Primera. Lleva el balón cosido al pie, desborda con un desparpajo impropio de su físico y siempre va un paso por delante de su marcaje. En la otra banda, Inui trata de reencontrarse con su mejor versión, amenazado por un Kadzior inadaptado de momento. Por último, en punta de lanza se atraviesa un momento dulce con Kike García destapado como un goleador con muchas facetas ante la sequía de Sergi.