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Rafael Lamelas
GRANADA
Jueves, 6 de febrero 2020, 01:18
Pepe Navarro Aparicio estaba ayer loco de contento. Disfrutó muchísimo del pase del Granada a las semifinales de la Copa del Rey. Granadino, se ... formó como portero en las categorías inferiores del conjunto rojiblanco, hasta llegar al primer equipo en los 70, aunque duró poco tiempo. Pasó un curso en el Córdoba, volvió a su casa y de ahí dio el salto al Burgos. Más tarde aterrizaría en el Atlético de Madrid. Tras retirarse, con los años se convirtió en el representante de toda una institución como Luis Aragonés. A sus 68 tacos, está afincado en la capital del país, pero le sigue tirando su tierra de origen. El sábado confluirán sus pasiones, ambas con los mismos colores. Atleti y Granada se miden en el Wanda Metropolitano y él ejercerá de anfitrión de varios veteranos del conjunto de rayas horizontales que visitarán el impresionante estadio de los colchoneros y que contemplarán el encuentro desde su palco.
«Está siendo una temporada fenomenal. Sólo hay que ver el juego del equipo. Se mereció en todo momento pasar la eliminatoria. Fue de esos partidos en los que se abre la posibilidad de dar el golpe ante un gran adversario como es el Valencia. Estoy satisfecho de la felicidad de tantos amigos, de todos los granadinos. Me llegó dentro», subraya.
Algunos de ellos, futbolistas de su época, le acompañarán en el choque del sábado. Rememorar su carrera le hace entroncar al equipo actual con el espíritu de aquel de antaño. «Me da la impresión de que Diego Martínez ha conseguido tener a los jugadores unidos. Ha habido otros ciclos recientes en los que, posiblemente, el Granada ha tenido elementos de más nivel, caros o famosos, pero nunca ha funcionado como equipo de la manera de ahora», asegura. «Este entrenador ha cambiado todo. El año que se intentó el regreso a Primera había demasiada tensión. Diego consiguió la compenetración al año siguiente y ha construido una base en la que todos se sienten importantes y hasta los que salen del banquillo aportan», corrobora.
Sobre si en el Atlético de Madrid ha de cundir cierta preocupación por el estado de este Granada, Navarro asiente y tercia: «Tiene bajas importantes, pero no ha tenido el desgaste de disputar la Copa, ni viene de un calendario tan apretado con disputa de prórrogas. El Atleti se protege bien. Será un buen partido».
«Estuve hasta los 21 años en Granada, pero no me marché porque yo quisiera. Pagaron tres millones de pesetas por mí, que por aquel entonces era dinero. Estaba emergiendo Puente y en la plantilla se encontraban Izcoa y Mazurkiewicz. Había que vender a uno y el más joven era yo. Tuve la suerte de que me firmara el Atlético de Madrid y después formé parte de la secretaría técnica del equipo, así como en otras funciones», explica. Sobre la cita en sí, muestra prudencia. «Los puntos son importantes, pero queda mucho campeonato. Es un encuentro sin la carga de otras jornadas. Espero que gane el mejor y sufra lo menos posible el que pierda», apuesta.
Abel Resino, como Navarro, también fue cancerbero del Atleti, aunque durante trece temporadas, siendo un auténtico líder. Cuando colgó los guantes, inició su periplo como entrenador y también ostentó la dirección del cuadro, entonces residente en el Vicente Calderón. Tiempo después, comandó al Granada en dos etapas: en el curso 11/12, logrando la primera permanencia del anterior ciclo en la máxima categoría;y en el 14/15, en una campaña que arrancó Caparrós y que cerró Sandoval. Resino mira con cariño a los de rayas horizontales y disfrutó del encuentro copero: «Está siendo un modelo a seguir. Subió de una manera solvente y mantuvo la estructura. Ha acertado con sus fichajes, pero sobre todo mejora sin perder la humildad. En el momento que se agrande, perderá esa impronta, pero mientras siga por el camino de la modestia le irá bien», vaticina.
El toledano pone de ejemplo a Soldado. «Venía de 'desaparecer' del primer plano, nadie contaba ya con él en España. Pero en Granada se ha sentido a gusto, con confianza, y el equipo le está haciendo sacar lo mejor de él. En fútbol te metes en esa dinámica y salen las cosas. Ese rendimiento no es casualidad. Es un estado de ánimo», establece.
Sobre su próximo rival, al que conoce bien, Resino sostiene que el Atleti «ha tocado fondo. Por mal que lo haga, no puede ir a peor, aunque nunca se sabe. Lo que es seguro es que no se confiará. Irá a competir como si fuera el Madrid o el Barça. El Granada se ha ganado el respeto. Ahora mismo hay que temerlo. Le ganó al Barça en Los Cármenes, le plantó cara en el Camp Nou... Todo esto infunde preocupación a cualquier rival. El Atleti irá a tope con lo que tenga», recalca.
La salud de los nazaríes se relaciona con una política interna coherente: «Tiene que ser así, confiar en la gente, y tener acierto con los futbolistas. Cuando hay un vestuario homogéneo, sin demasiadas nacionalidades, en el que se hable el mismo idioma, ayuda. El Granada, con muchos que no habían actuado en Primera, está haciendo un papel extraordinario. Me encanta cómo compite, sin miedo, plantando cara. No es injusta su clasificación», señala.
«Mi sensación es que será un partido equilibrado, con un Atleti descansado, una ventaja. Dependiendo de cómo se recupere el Granada, así le irá. Será duro», concluye.
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