La salvación pasa por Pucela (0-2)

El drama permaence encima de la mesa del Granada por deméritos propios. El técnico arriesgó con la eliminación del 'trivote' y alineando de inicio toda la artillería. Piti con movilidad en espacios interiores, Riki y Brahimi en las bandas y con una medular controlada por Iturra y Fran Rico. Ese esquema no dio sus réditos dado que el equipo acusó una mayor fluidez ofensiva para tener ocasiones en la portería contraria.

La incomodidad sobre el tapete de Los Cármenes se acentuó cuando Rico cometió un inocente penalti al elevar demasiado la bota en un balón dividido. Verza no perdonó desde los once metros y asentó de forma definitiva el acongoje en las filas granadinistas. Los acercamientos a los dominios de Esteban se produjeron con cuentagotas y la entrada de Ighalo al poco de la segunda mitad no arregló el panorama.

Brahimi desde la frontal y Murillo a la salida de un córner pudieron equilibrar el choque, si bien fue el visitante Azzez quien disfrutó de la ocasión más clara. Sin embargo, el futbolista cruzó demasiado en una contra que podría haber sido una sentencia que llegó poco después. Una nueva acometida con superioridad numérica del Almería se saldó con un claro derribo de Murillo, quien fue expulsado y se perderá la final de Valladolid.

Aleix Vidal acertó con el penalti y estableció el definitivo 0-2, aunque el Betis le echó el salvavidas a un Granada que ya se ahogaba en su propia torpeza ofensiva. La victoria salva a los rojiblancos y el empate casi a menos que haya un cuádruple empate con Almería, Getafe y Osasuna. Todo o nada en Valladolid, de donde saldrá al menos uno de los equipos que descenderá este curso a Segunda.