Kravets salva al Granada en La Rosaleda

Comenzó el duelo con un Málaga que intentó llevar la iniciativa en el juego pero que no pudo hacerlo por el buenhacer defensivo del Granada. Los de Alcaraz estaron muy bien posicionados y Camacho y Fornals apenas sintieron el balón en unos primeros quince minutos sin ocasiones claras.

Una falta de entendimiento entre Tito y Lombán dio lugar a que Juanpi disfrutara de una oportunidad a la que Ochoa respondió bien (m.16). El Granada por momentos llegó a tocar el balón como si el tiki-taka fuera su seña de identidad pero los fallos atrás acabaron precipitando el desastre/primer castigo malaguista. Un centro desde la derecha fue bien cabeceado en el interior del área por Ignacio Camacho, que llegó desde atrás sorprendiendo a la defensa rojiblanca y ajustando el balón a la esquina contraria del portero (1-0).

La reacción rojiblanca fue tímida un disparo lejano de Pereira que se marchó desviado- y Mikel estuvo cerca de lograr el 2-0 escasos minutos después al cabecear otro centro ante la pasividad de Uche, que perdió su marca y obligó a Ochoa a emplearse a fondo para no encajar otro gol calcado al primero. Carcela y Boga volvieron a estar activos por las bandas y buscando espacios por el centro pero Juande Ramos tenía previstas esas jugadas de peligro en su libreta y la defensa blanquiazul contuvo a ambos futbolistas como buenamente pudo, derribándolos con faltas en más de una ocasión.

En la reanudación el Granada salió más atento a las internadas por banda del conjunto malaguista y Kravets estuvo cerca de subir la igualada al marcador con un cabezazo que se estrelló en el lateral de la red (m.51). Sin embargo, el encuentro entró en una fase de zozobra en la que los rojiblancos, que iban por detrás en el luminoso, no lograban acercarse a la portería de Boyko mientras que el equipo de Juande Ramos esperaba pacientemente a que pasasen los minutos con la intención de sentenciar en cuanto tuviese ocasión. No llegó la sentencia y cuando peor lo estaba haciendo el Granada apareció Kravets para cabecear un lanzamiento de falta ejecutado desde la derecha y anotar el 1-1.

El ucraniano pudo tener una noche redonda si dos minutos después hubiera acertado a cruzar el esférico en una jugada en la que la defensa malaguista se quedó esperando a que Álvarez Izquierdo pitase una falta anterior. Boyko rechazó el peligro y el Málaga se volcó en busca de los tres puntos que había saboreado durante tanto tiempo. De cabeza pudo concretarse la victoria local pero ni Mikel en el minuto 86, gracias a una prodigiosa intervención Ochoa, ni Llorente en el añadido, con un cabezazo que entró pero que fue anulado por Álvarez Izquierdo por un protestado fuera de juego, pudieron volver a desequilibrar la contienda. Finalmente, reparto de puntos que sabe mejor al Granada que a su rival, que mandó en el marcador durante más tiempo y cuya afición señaló al trencilla catalán como el culpable de que el triunfo no se quedase en la localidad costasoleña.