El reto de lograr otro triunfo consecutivo

En esa ocasión, los nazaríes visitaron La Rosaleda, donde empataron con el Málaga. Todo fue en una circunstancia algo excepcional, porque el conjunto lo consiguió remontando un tanto en contra, conseguido por Ignacio Camacho. Lo hizo en una acción de falta que botó Alberto Bueno para el remate de Kravets. Después, irrumpió MemoOchoa para detener el asedio blanquiazul.

Esta capacidad de reacción es algo que quiere mejorar el cuerpo técnico granadino sobre todo fuera de casa. Son pocas las ocasiones que remontaron un marcador adverso para, al menos, puntuar, tanto como local como de forastero. Por supuesto, ninguna para imponerse.

La primera vez fue ante el Villarreal, en la primera jornada, cuando Ponce igualó el gol conseguido por Samu Castillejo. La siguiente, ya con Alcaraz, fue ante el Deportivo de La Coruña, que se adelantó 0-1 pero que luego vio como los de rayas horizontales le igualaban, con una diana en la que el acta reflejó la intervención de Lombán, aunque fue más mérito de Barral, que metió un centrochut que acabó dando en Tyton antes de entrar. La tercera resultó con el Osasuna, cuando Kravets una vez más anuló el camino al éxito del rival.

En el resto de encuentros en los que el Granada ha sumado, marcó antes (Betis y Valencia), menos con el Sporting (0-0). En los demás, siempre que encajó, cayó. No lo tendrá fácil. El Eibar ganó en Los Cármenes por 1-3. El curso pasado, en su campo, se cebó con un 5-1. Nunca se le ha ganado, pero las estadísticas también se rompen.