Cuenca celebra el segundo gol.
Granada cf | la crónica

Granada nunca se rinde

El equipo rojiblanco logra una angustiosa victoria por 2-1 ante el Deportivo Alavés y mete presión al Dépor y al Leganés, su rival del próximo sábado

Antonio Navarro

Miércoles, 1 de marzo 2017, 22:59

Publicidad

Al granadinismo le sobran motivos para no rendirse. Cuesta mucho conseguir una plaza en Primera División y los jugadores rojiblancos llevan tres partidos consecutivos dando el callo en casa. Al igual que ante Las Palmas, el Granada sufrió muchísimo para doblegar al Deportivo Alavés pero ... tiró de oficio y acabó cazando los tres puntos en juego, que valen oro puro. Los rojiblancos son otros cuando juegan ante su afición y no han cedido ningún punto en casa durante la segunda vuelta. Las matemáticas, lógicamente, premian la fe en la victoria con noticias positivas: el Granada ya tiene los mismos puntos que el Deportivo (decimoséptimo) y puede salir del descenso si gana el sábado en Butarque al Leganés, equipo al que tiene a dos puntos de distancia.

El equipo nazarí empezó el encuentro mostrando su cara A: la más seria y fiable. El conjunto de Alcaraz estuvo muy atento en defensa durante unos primeros cuarenta y cinco minutos en los que, al igual que en anteriores partidos, Héctor y Wakaso rindieron a un gran nivel.

El Alavés solo se acercó con peligro a los dominios de Ochoa en una llegada de Katai en la que el atacante blanquiazul acabó disparando demasiado centrado entre dos defensas y el cancerbero mexicano atrapó bien el balón (m.16). El Granada sí que inquietó a Pacheco con mayor asiduidad: Uche y Adrián Ramos lo obligaron a salvar el 1-0 en dos ocasiones y a la tercera fue la vencida. Recogió Wakaso un rechace en la frontal del área y no se lo pensó dos veces a la hora de cruzarlo por bajo al palo contrario del portero. Gol y locura. Las ganas del ghanés son contagiosas y su equipo es otro desde que manda en la medular.

En el segundo tiempo el Granada salió decidido a sentenciar por la via rápida y Cuenca, con otro disparo desde la frontal del área, no tardó en subir el 2-0 al marcador. Parecía una vía de escape hacia la tranquilidad, ese oasis en el que el equipo de Alcaraz no está acostumbrado a vivir. Pero no lo fue. La ventaja de dos goles solo duró seis minutos en el luminoso, el tiempo que tardó Camarasa en cabecear solo en el área un servicio desde la derecha. Aunque paró bien Ochoa en primera instancia, el rechace cayó en los pies del futbolista blanquiazul, que lo arrastró hacia el interior la portería rival (2-1).

Publicidad

El tridente que ha logrado asentarse en el centro del campo durante las últimas jornadas (Uche-Wakaso-Pereira) continuó barriendo el peligro varios minutos más pero el cansancio hizo mella en el belga-brasileño y tuvo que ser sustituido por Foulquier. Ramos había hecho temblar el larguero de Pacheco tras el 2-1 pero a partir de ese momento el Alavés se volcó ante la meta rival y el sufrimiento de los granadinos fue inevitable. Se defendieron como pudieron ante la gran cantidad de balones altos que los vitorianos enviaron al área local, esperando el fallo de los rojiblancos. Los minutos fueron transcurriendo y la sensación de agobió continuó in crescendo. El árbitro anuló un gol a Camarasa que viendo la repetición parece que debía haber subido al marcador y pocos instates después Ibai estuvo cerquísima de batir a Ochoa con un disparo cruzado que se marchó relamiendo el poste izquierdo de la portería rojiblanca. En el descuento varios futbolistas vitorianos perdieron los nervios y el Alavés acabó con nueve. El Granada esta vez mostró una concentración admirable y salió vencedor de un evite que tenía marcado en rojo en el calendario. No obstante, LaLiga no concede tregua a ninguno de los implicados en la lucha por evitar descender a Segunda. El próximo sábado Leganés-Granada. La gran oportunidad para salir del hoyo en el que los rojiblancos llevan atrapados desde el inicio de la competición.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad