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LA PLAZOLETA

Crespo les puede sacar los ojos

Juan de Dios, no confundir con 'Valdanito', es el abogado de Angulo, que pretende que al final se le indemnice por su despido tras el positivo por 'coca'

Rafael Lamelas

Viernes, 21 de abril 2017, 00:09

Crespo está dispuesto a sacarle los ojos al Granada. No lo confundan con Hernán 'Valdanito', el exfutbolista argentino que forma parte de la corte de asesores del presidente John Jiang, aunque sin relación directa con su proyecto en España, en manos de Tony Adams. El Crespo que puede dejar un agujero en las arcas rojiblancas es Juan de Dios, el abogado de José 'Tin' Angulo, que ha demostrado su capacidad. Al final, el ecuatoriano sólo fue sancionado por un año por su positivo por consumo de cocaína cuando militaba en el Independiente del Valle. Crespo consiguió demostrar que la ingesta no buscaba la mejora deportiva ni fue intencional, de ahí la rebaja respecto a otras situaciones. Benítez tuvo un bienio de penitencia.

Angulo cumple el 20 de julio, pero su futuro está marcado por dos frentes legales, ya que el Granada le despidió en cuanto se supo lo ocurrido, sin esperar a confirmaciones ni mucho menos a este desenlace. Independiente del Valle insiste en que los nazaríes les deben de pagar el traspaso del 70% de sus derechos, cifrados en 4,1 millones de euros. La entidad rojiblanca también se expone a la querella del jugador por despido improcedente. Crespo argumenta que se le dio de baja sin que existiera una causa oficial, cuando no se conocían los resultados de la contraprueba antidopaje ni tampoco existía una sanción como tal. Para el letrado, Angulo es libre de firmar por otra escuadra -de hecho, ya tiene un acuerdo para retornar al Independiente-, sin renunciar a la pretendida indemnización, pues tenía contrato hasta 2021. La dirección parece abocada a buscar un acuerdo con uno u otro.

Esto podría hipotecar parte de la capacidad económica, con lo que ello supone para el control financiero, que baja bastante en Segunda división, aunque aun así coloque al Granada con un perfil alto en la categoría, gracias a su vez a la ayuda al descenso, un mecanismo compensatorio para clubes que salen de Primera, para contener sus problemas al tener salarios más acordes a la élite. Con ello, es complicado un planteamiento de retención de efectivos con emolumentos altos, de ahí la dificultad de quedarse a futbolistas como Carcela o Krhin, en el piso superior en cuanto a sueldos.

El Granada tiene liquidez para asumir sus deudas pendientes a día de hoy, pero ha de andarse con ojo porque un estancamiento o nuevos dispendios alocados y sin rendimiento acabarían puliendo la despensa. Sin ir más lejos, hay un par de cesiones que van a costar dinero al no cumplirse la cantidad pactada de partidos disputados, en torno al 50%. Pasará con Samper y Ponce, lo que supondrá una penalización conjunta de en torno al medio millón.

Adams estará tomando nota de todo esto, esperando que el designado para el cargo sepa conseguir los objetivo sin perder el camino de la austeridad. Echar a Angulo a la carrera puede acabar siendo un tremendo error. Quizás debió quedarse, aunque fuera al margen.

Los cambios

En menos de un año, este Granada ha dado muchos bandazos. Aunque fue en enero de 2016 cuando cobró brío la probabilidad de venta de Pozzo a Jiang, la planificación empezó mucho más tarde, ya en verano. Pere Guardiola propuso a algunas personas que conocía, vinculadas o no a su agencia Media Base Sports, para formar el organigrama, desde su asesoría. Negoció hasta lo de Jémez y luego legó en Piru, responsable de la errática construcción.

Guardiola siguió vigilando a distancia, pero comenzó a desenchufarse en noviembre, cuando se frustró el nombramiento de Morientes como Director de Fútbol. El expunta había estado en Shanghái, pero la designación incomodaba a Piru y Alcaraz, que por aquel entonces venían del empate en Mestalla y se metieron en un ligero repunte con la victoria ante el Sevilla y las posteriores tablas en Málaga, preparando el mercado invernal. Sergi Vieta dio un paso al frente, con algo más de presencia pública, pero sin influencia notoria en la dinámica de fichajes. En medio apareció Adams, número dos de DDMC, y poco a poco fue visualizando su poder, evidente tras el despido de Piru.

Vieta se centró en sus propias tareas y el inglés se puso a manejar el futuro, incluyendo otro cese, el del entrenador. Este es el escenario de hoy, hasta que oficialice a su sucesor, que asuma las cargas del pasado y los retos del mañana.

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