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Rafael Lamelas
Martes, 6 de junio 2017, 00:25
Dentro de lo inusual que es a veces este Granada, su presidente impulsó ayer una medida que no por diferente, deja de ser llamativa. El presidente del club, el chino John Jiang, convocó a varios miembros de la masa social -representantes de peñas y colectivos, junto a los portavoces del pequeño accionariado- junto a un grupo de periodistas, con exclusiones no aclaradas. Su intención clara fue recabar, de primera mano, el sentir de parte de los aficionados y prensa sobre su gestión y las vías para mejorarla. Fue un encuentro distendido y largo, donde el mandatario hizo propósito de enmienda por los errores cometidos, trasladó su entusiasmo por volver a Primera en un año y anunció la reestructuración que va a emprender el club en sus oficinas, con variaciones en el organigrama, pero sin dar nombres, con más relevancia de los vicepresidentes Kangning Wang e Ignacio Cuerva.
Jiang está en Granada, entre otras cosas, para bendecir la presentación del nuevo entrenador, José Luis Oltra, en un gesto de respaldo claro. Con anterioridad al encuentro citado, que tuvo lugar por la tarde, el máximo accionista se reunió con el técnico y el director deportivo, del que aclaró que tiene libertad absoluta en la planificación de la plantilla, dejando el papel de la empresa DDMC como un órgano para aconsejar y refrendar, pero no para cuestionar la labor del valenciano.
Aunque se centró más en cuestiones de administración, salió al paso del futuro de uno de los futbolistas que subieron el nivel en el mercado de invierno: Adrián Ramos, llegado bajo un préstamo del Borussia Dortmund, a instancias de una opción de compra obligatoria del Chongqing Lifan, el club chino de su propiedad. La prensa alemana habló de 12 millones por ello.
Pues bien, Jiang no pudo aclarar si logrará convencer al colombiano de extender su estancia en Segunda división. Aireó que el jugador sopesa cambiar de aires. El presidente se comprometió a intentar que se quede, pero no a forzarle. Sin concretarlo del todo, barruntó que podría plantearse un traspaso si muestra una indisposición total, «aunque traeríamos a alguien mejor», tradujo su intérprete en un tono afable.
Ahondó en la estructura de su empresa DDMC, que va a contratar unos gerentes generales para lo deportivo y lo administrativo radicados en Europa, para controlar las futuras inversiones en otros clubes, «en Inglaterra o Italia». Pero para desterrar miedos en la hinchada, aclaró que el Granada es «su hijo mayor» y en el que se va a centrar para desarrollarlo y devolverlo a la élite. «Pedimos perdón por el descenso y la forma. Queremos regresar con la cabeza alta. El éxito tiene que nacer aquí. Poner los máximos recursos y, por qué no decirlo, hacerlo por orgullo y para recuperar el prestigio», detalló. Refrendó que hará inversiones, aunque sin explicarlas más allá de la dispuesta para la ciudad deportiva y en la operación Ramos en invierno, mostrándose exigente con Wang, cuyos informes impulsan la metamorfosis emergente, quien va a dar un paso adelante en la relación con el entorno. Tendrá fuerza también Cuerva, de quien estudia la fórmula para que pueda dedicar más tiempo a la entidad, pero sin extender si bajo otro cargo o no.
Sobre la agencia Media Base Sports, agradeció que le recomendaran la compra, pero que ahora van a ser más «independientes» de ella, sin tampoco arrojar luz al futuro del director general, Sergi Vieta, aunque por sus palabras se intuye claramente la salida inminente. «Después de los experimentos, vamos a pasar a la acción», certificó, aunque también puso de relieve algunas de las medidas tomadas por el catalán, como los arreglos en el estadio, la promoción de la comunicación o la intermediación con el Ayuntamiento para la reforma en las instalaciones de entrenamiento.
El concepto de «familia» estuvo presente en todo momento como metáfora de lo que tiene que ser el Granada, que es «vuestro», señalando a las personas locales allí presentes. Fue por momentos un discurso de asunción de responsabilidad pero también de positivismo para el futuro. Con la cúpula deportiva definida, el proceso en las oficinas sigue su curso inexorablemente. De aquí a final de mes se sucederán salidas y nombramientos, hasta afrontar la siguiente campaña con nuevos integrantes en la estructura.
A las doce, en Los Cármenes
José Luis Oltra ya tuvo oportunidad ayer de pisar Granada y saludar a algunos de sus colaboradores para la planificación de fichajes, con el director deportivo Manolo Salvador a la cabeza. Estuvo en la ciudad deportiva, compartiendo su primera jornada de trabajo junto al secretario técnico, Pedro Morilla, y el gerente deportivo, Fran Sánchez. Todos ellos se pusieron al día. El preparador será presentado hoy a partir de las 12, en el estadio de Los Cármenes, junto al presidente.
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