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Sergio Yepes
Miércoles, 7 de junio 2017, 23:49
Una derrota por 2-1 frente a la Real Sociedad en el estadio de Anoeta motivó el pasado 29 de abril que el Granada CF acabara experimentando, al final como último clasificado, el décimo descenso de categoría en sus 86 años de existencia, quinto a Segunda. Principalmente fue como consecuencia de la errática planificación deportiva que llevó a cabo una vez que el 21 de mayo se produjera un hecho clave en su devenir: la compra de la práctica totalidad de sus acciones por parte de la mercantil Link International Sports Limited. 37 millones de euros resultaron suficientes para que el italiano Gino Pozzo diera el paso al costado y así el chino John Jiang se convirtió en el nuevo propietario de la entidad, que es a la que comenzó augurando un futuro menos desdichado. «El objetivo de este año es salvar la categoría sin sufrimiento. Aunque mi sueño sería llevar al Granada a Europa en tres años», llegó a comentar en la presentación sin imaginar que su primer proyecto se encontraría en uno de los tres puestos de descenso directo desde la segunda jornada hasta la última.
Seguro que con miras más altas se puso a trabajar, y desde la sombra, Pere Guardiola, presidente de la agencia de representación Media Base Sports que intermedió en la operación de venta del club. La primera gran decisión del hermano del entrenador del Manchester City fue fichar para la dirección deportiva a Javier Torralbo 'Piru', hasta entonces jefe de captación del Real Madrid. Y la segunda, contratar como entrenador a Paco Jémez, tras un intento previo con Jorge Sampaoli. Pero ni una ni otra incorporación daría buenos frutos en un contexto de permanente cambio con respecto al ejercicio anterior. Y es que la salida de Pozzo motivó también la de los mejores jugadores de su cartera -entre ellos Isaac Success, Adalberto Peñaranda o Youssef El Arabi-. Pero es que, aparte, la amplia mayoría de los diecisiete 'peloteros' que en principio llegaron para robustecer una plantilla en la que se produjeron incomprensibles bajas -Babin, Fran Rico, Rubén Pérez o Edgar- no dieron la talla y encima hicieron sentirse engañado a Jémez. Así no debe extrañar que al término de la sexta jornada el equipo fuera colista con dos puntos. Y que el propio técnico fuera cesado el 28 de septiembre, que es lo que pareció que deseaba en lo que fue también la antesala de su fichaje por Cruz Azul de México. «Igual se necesita un cambio en el banquillo. Yo no voy a poner trabas», diría el 28 de agosto tras la goleada en Las Palmas (5-1).
Y todo, para mayor estupefacción de una afición que acogería de muy buen grado el regreso de Lucas Alcaraz (3 de octubre) una vez que eventualmente asumió la responsabilidad durante un partido el técnico del filial Lluis Planagumá ante el Leganés (0-1, séptima jornada). Cierto es que con el granadino en el banquillo la mejoría tardó en llegar, pues no sería hasta la jornada 14 cuando se produjo el primer triunfo de la temporada: ante el Sevilla por 2-1. Pero lo cierto es que tras otro ciclo de seis partidos sin ganar -Málaga CF (1-1), Real Sociedad (0-2), Real Madrid (5-0), Osasuna (1-1), Espanyol (3-1) y Villarreal (2-0)-, comenzarían a albergarse ciertas esperanzas. Al término de la jornada 25 el Granada CF era décimo octavo a sólo dos puntos del Dépor -que marcaba la frontera de la salvación- y esto fue así porque el triunfo recién obtenido ante el Alavés (2-1) venía a unirse a los cosechados ante el Betis (4-1, jornada 23) y Las Palmas (1-0, 21).
'Palo' de Machís
Ahora bien, de nuevo todo comenzó a irse al traste de forma dolorosa. El 4 de marzo, el Granada perdía ante un rival directo como el Leganés (1-0) una vez que su jugador Machís -al que no impuso 'cláusula del miedo' al cederlo a los pepineros- marcara en los minutos finales. Y aquel ya fue el primero de los otros trece duelos que el equipo estuvo sin ganar, siendo el último el que cerró la Liga.
De las doce derrotas computadas en ese ciclo, dos fueron señaladas. La primera, la de la trigésimo primera jornada ante el Valencia (1-3), pues el 10 de abril supuso la destitución de Alcaraz -enseguida reenganchado en Argelia como seleccionador- y su relevo por el inglés Tony Adams, que ya tenía muchos poderes en el club tras el despido de Piru (20/02/2017). Y la segunda, la que condenó al descenso con tres jornadas de antelación, ante la Real Sociedad. Marcó Vela en el 44, empató Ramos en el 65 y remató Juanmi en el 83. Con Alcaraz, el Granada ganó cuatro partidos de 25, pero con Adams ninguno en siete.
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